Apaga el móvil y levanta la vista

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Tengo 422 amigos. Aun así, estoy solo. Hablo con todos ellos cada día, sin embargo, ninguno me conoce realmente”. Así arranca este poderoso corto: con las palabras de un joven hiper-conectado e hiper-desilusionado, que nos hacen pensar a dónde nos ha llevado la actual fascinación por la tecnología. Con rima y ritmo de rap, jugando con las comparaciones y las antítesis, con la emoción del contraste y la ironía, el espectador asiste a un lúcido discurso que le llega hasta el fondo. Todos nos sentimos interpelados en esta llamada a “levantar la vista” del teléfono móvil y entablar relaciones humanas –directas–con quienes nos rodean. El mensaje no es nuevo, pero la puesta en escena sí.

Las imágenes no son tremendistas, pero las reflexiones que suscita pueden suponer un shock intelectual y emocional. Lo que vemos son escenas cotidianas, con hombres y mujeres interactuando a través de redes sociales, pero que ya no tienen tiempo para mirarse a la cara. Ya no pueden –o, lo que es peor, ya no saben– relacionarse con los demás, tener amigos de verdad, vivir reposadamente la propia vida en vez de una vida ficticia y agitada en el mundo virtual.

Sin embargo, lo “peor” de esta situación está por llegar. De repente, vemos a unas nuevas generaciones de niños que ya no son capaces de divertirse. Ya no juegan ni corren. Sólo miran su tableta. La voz en off suena aquí especialmente triste:

Estamos rodeados de niños que, desde que nacieron, nos han visto vivir como robots, y piensan que eso es lo normal. No es muy probable que seas el mejor padre si no puedes entretener a tu hijo sin usar un IPad. Cuando era un niño jamás estaba en casa; estaba afueracon mis amigos, con nuestras bicicletas, dándole uso a mis zapatillas y pelándome las rodillas, construyendo una casa bien alto en un árbol.  Ahora los parques están callados, y eso me produce escalofrío. No veo niños jugando, y los columpios están todos quietos. No hay saltos de cuerda, ni rayuela, no hay juegos ni carreras…”.

 

Por contraste, el relato incluye una conmovedora historia de amor nacida de una acción tan simple como preguntar a una mujer una dirección, algo que nunca habría sucedido si el protagonista se hubiera dejado guiar por su teléfono móvil. Esa relación, profundamente humana, llega a saborear el amor, el afecto de una esposa y las alegrías de una hija que al fin levantó el vuelo y se fue… Una vida normal, pero una vida plena, con pequeños sucesos que merecieron ser vividos y no sólo “compartidos”. Una historia como la de nuestros padres; esa que gusta recordar en la vejez (¿te acuerdas cómo nos conocimos?), y que se vuelve a contar a hijos y a nietos, como si fuera la primera vez

La comunicación mediante dispositivos en lugar de conversaciones amistosas está cambiándonos la vida. Por eso el vídeo llega a decir: “Somos una generación de idiotas, de teléfonos inteligentes y gente estúpida. Así que levanta la vista del teléfono y apaga la pantalla”. Un mensaje que, al menos de vez en cuando, conviene oír y meditar.

Fuente: Publicidad y cine con valores. Ver texto del vídeo al final de la entrada. 
Ver también: ¿Cómo es el día a día de los adolescentes adictos a la tecnología?Phubbing: la gran amenaza para las relaciones y ¿Necesitamos desintoxicarnos de las redes sociales?


Actualización: Mónica nos sugiere que veamos el siguiente anuncio de Coca-cola:

13 comentarios en “Apaga el móvil y levanta la vista”

  1. Nadie puede poner en entredicho los grandes beneficios que nos han aportado los avances en las TIC tanto a nivel personal como profesional , pero también han creado un mal enorme , han creado un "aislamiento social". Tengo 20 años y creo que soy una de las últimas generaciones que todavía jugaba en los parques, los cuales hoy suelo ver prácticamente vacíos porque los niños de hoy están ocupados jugando a sus videoconsolas o incluso con sus smartphones de última generación, algo incomprensible para mí , porque ¿para qué quiere un niño un móvil?. De los que tuvieron teléfonos móviles que realmente cumplían la función que se crearon : "realizar una llamada concreta si te encontrabas fuera de casa" Yo agradezco los avances que nos han ofrecido los "smartphones", sin embargo me he dado cuenta de la dependencia que me han creado tanto a mí , como a todo el entorno de personas que tengo a mi alrededor. Es triste quedar con tu grupo de amigos y que cada uno tenga su móvil en la mano y no te preste atención , ¿para que quedamos entonces? ¿no sería más cómodo hablar desde nuestros sofás?. Es triste ver incluso que los propios políticos estén mas preocupados por jugar con sus tablets que prestando atención a lo que dicen sus compañeros de partido o a lo que dice la oposición … No me extraña que nos vaya como nos va… En fin a donde quiero llegar es que estamos perdiendo totalmente norte , nos estamos aislando de los demás y me atrevería a decir que muchos prefieren hablar a través de una pantalla que en un cara a cara. Yo no lo he vivido , pero supongo que hace algunos años más , sin tantos avances , todos vivíais mucho más tranquilos , sin llevar todo el día un móvil pegado a la mano , recibiendo mensajes constantemente , sabiendo que la gente te controla y sabe todo lo que haces o dónde estás a través de las redes sociales… Y sobre todo os " RELACIONABAIS " con los demás porque no había mas remedio.
    Los avances en las TIC que se han producido están muy bien, sí , pero creo que su uso se nos ha ido de las manos y puede llegar a crear un gran problema social.

    Laura Flores Lario. Alumna de Marketing internacional.

  2. Miriam Rodríguez

    Hay que analizar las dos caras de la moneda.

    Por un lado está esa tecnología que nos absorbe y nos hace ser anti-social aunque creamos ser más sociales.
    Y por otro lado, la tecnología que nos ayuda en algunas ocasiones, como en la preparación de trabajos en grupo, comunicación con familiares que están fuera, o incluso con amigos que viven lejos y no es posible verlos todos los días, o simplemente avisar a alguien de que estás bien.

    Todo tiene su lado bueno y su lado malo, lo que no hay que hacer es dejarse absorber por tanta tecnología y dejar de “mirar abajo” ya que se pierden oportunidades que regala la vida.

    En muchas ocasiones se oye a los abuelos y a los padres decir: ¡cómo me lo pasaba cuando era pequeño jugando, corriendo detrás de un balón, persiguiendo a los amigos con el pilla-pilla! Y que cierto.
    ¿Donde se han quedado esas ganas de vivir, salir y disfrutar de la vida?

    En mi opinión, lo realmente triste, es salir a la calle y ver millones de personas acompañadas, pero mirando su móvil sin articular palabra hacia su acompañante, ya sean adultos o niños.

    Ir a parques y que los niños no jueguen, prefieran estar en su casa jugando SOLOS al último vídeo juego que ha salido a la venta.

    Yo me pregunto, ¿seriamos capaces de conocer a alguien y disfrutar de su compañía como se hacía antes de usar tanta tecnología?

    Me gustaría incluir un vídeo que vi hace tiempo, del que he acordado nada más leer el artículo.
    https://www.youtube.com/watch?v=4wxzgX99BzY
    Nada mas comenzar el vídeo, el protagonista de éste dice: ‘las redes sociales has insensibilizado a toda una generación. Tenemos problemas para hacer cumplidos’. Y, ¿que mejor forma que en persona y a la vieja usanza?

    La tecnología es muy útil si sabes controlarla, y claro está, no dejando que te controle.

    ¿CUANTAS COSAS NOS HABREMOS PERDIDO POR ESTAR MIRANDO AL MÓVIL?

    Miriam Rodríguez
    Universidad de Alcalá de Henares.
    Marketing: Fundamentos

  3. Adrián Menéndez

    La tecnología ha aportado muchas cosas buenas a la humanidad. Gracias a ella, podemos comunicarnos con personas que están al otro lado del planeta o buscar información acerca de cualquier tema que se nos ocurra en apenas unos segundos.

    Pero también ha contribuido a enfriar el contacto humano. Echas un vistazo por la calle y te encuentras a muchísima gente que no se separa del móvil, grupos de amigos e incluso parejas, como se quiere mostrar en el vídeo, que prefieren estar whatsappeando o haciéndose selfies antes de estar con otras personas. No es una crítica hacia las redes sociales o la tecnología, porque la culpa de este tipo de situaciones, en mi opinión, está en el mal uso que hacemos de ellas.Los culpables somos nosotros.Hay que tratar de encontrar la medida justa para uso y disfrute, como muchas otras cosas de la vida.

    Algún día, cuando echemos un vistazo hacia atrás, muchos lamentaremos y lamentarán haber estado enganchados a esa pantalla y haber perdido la ocasión de vivir más experiencias o de no haber sabido relacionarse con los demás.

    Adrián Menéndez.
    Alumno de Marketing Fundamentos y Marketing Internacional.
    Universidad de Alcalá de Henares.

  4. Rocío González

    Soy alumna de Marketing y servicio de UAH, y a pesar de que éste vídeo nos lo pusieron en clase los primeros días, hoy me he acordado de él.

    No sólo me he acordado de él si no que también lo he compartido en mis redes sociales para que mis contactos y mis amigos reflexionen sobre ello. La semana pasada me desinstalé whatsapp durante 5 días para “desintoxicarme” ya que en una reunión de amigos había momentos de silencio por culpa de estar hablando con otras personas por ésta aplicación, y cuando llegué a mi casa pensé en ello y me pareció super triste, por eso que tomé esa decisión. Pues como de loca se estará volviendo la sociedad que todos mis amigos al ver que no tenía whatsapp me llamaron y se preocuparon de si me había pasado.
    Me parece muy muy triste ésta situación, es verdad que los avances tecnológicos nos ayudan en muchos aspectos y estoy a favor de ellos, ya que son capaces de acercarnos a las personas que tenemos lejos, pero el mal uso que hacemos de ellas nos acaban alejando de las personas que tenemos cerca.

    A parte yo trabajo con niños, y es ahí cuando realmente me doy cuenta del mal uso de las tecnologías, es totalmente cierto lo que se dice en el vídeo de que los parques están vacío, y es porque para los padres es mucho más cómodo darles a sus hijos una “maquinita” en la que se pasan horas jugando y portándose bien. Éso no es sólo debido a los avances tecnológicos, sino también por la falta de tiempo de los padres , ya sea por el trabajo o por otras razones, cada día los padres pasan menos tiempo con sus hijos y encima el poco tiempo que tienen, en vez de salir a jugar o hacer algo juntos se aíslan con sus móviles u ordenadores , es por eso que los niños actúan así y sólo quieren videojuegos. Adjunto un vídeo que lanzó el año pasado Ikea en la campaña de navidad que me gustó muchísimo y habla justo de éste tema de los niños.

    https://www.youtube.com/watch?v=5egLxg_7mg0

    Rocío González Bustos
    Alumna de Marketing y Servicios
    Universidad de Alcalá

  5. Cristian Cruz

    Me parece un artículo muy interesante, debido a que el tema que trata es algo que sucede y cada vez más en toda la sociedad y es un problema que como no solucionemos, quién sabe donde nos podría llevar, debido a que si no dejamos de actuar como dice en el artículo, es decir, como si fuéramos robots y hacer que nuestras vidas dependan de un aparato tecnológico, muchas cosas por las que lucharon nuestros abuelos, padres, etc… como son la libertad, que todos los niños pudieran jugar y relacionarse, es algo que perderemos si no logramos solucionar esta adicción a los teléfonos móviles.

  6. Javier Moreno

    Podemos ver como la tecnología a mejorado sustancialmente nuestras vida en todos los sentidos, pero como en todo tiene sus desventajas. La tecnología ha provocado una dependencia del ser humano hacia la misma, que en ámbitos como las relaciones sociales han perdido naturalidad. Como refleja el vídeo hemos pasado de vivir las cosas a verlas a través de una pantalla, y con esto en mi opinión cerrar nuestras mentes hacia lo básico y lo que nos dan antes la imaginación y el desarrollo personal.

  7. Sandra Luque M.k.Fundamentos

    En la sociedad actual, nuestra forma de vida ha cambiado, en gran medida debido a los avances tecnológicos. Es cierto que estos nos han aportado beneficios como disponer de todo tipo de información en un segundo, facilitar nuevos cauces de comunicación y relación desde cualquier lugar del mundo etc. Pero también nos expone a riesgos, pues toda esta tecnología nos está absorbiendo y como muestra el video no valoramos ni nos damos cuenta de las cosas que podemos perder por estar frente a una pantalla.
    En mi opinión no pienso que la culpa sea de las redes sociales o la tecnología, sino del mal uso que hacemos nosotros mismos de ellas.

  8. José Miguel Ponce

    Como al paredcer el viudeo se ha bloqueado dejo el texto del vídeo:

    “Tengo 422 amigos. Aún así, estoy solo. Hablo con todos ellos cada día, sin embargo, ninguno me conoce realmente.

    El problema está en mirar a los ojos o mirar un nombre en una pantalla. Porque al volver a mirar a mí alrededor me doy cuenta de que este medio al que llamamos “social” no es nada, excepto cuando encendemos el ordenador y con eso cerramos nuestras puertas.

    Toda esta tecnología que tenemos es solo una ilusión. La comunicación, la compañía y el sentido de inclusión… Cuando dejas este dispositivo de ilusión, te despiertas para ver un mundo de confusión. Un mundo en que somos esclavos de la tecnología que dominamos, donde la información es vendida por algún rico y codicioso bastardo.

    Un mundo de interés propio, de imagen propia, de promoción propia. Donde compartimos las mejores partes, pero dejamos fuera a la emoción.

    Somos felices cuando compartimos una experiencia. Pero ¿Es lo mismo si nadie está ahí? Estás ahí para tus amigos y ellos estarán ahí para ti. Pero no habrá nadie si es una reunión por mensajes.

    Editamos y exageramos, imploramos atención; pero pretendemos no notar la aislación social. Ponemos las palabras en orden hasta que nuestras vidas brillen. Pero desconocemos si alguien está escuchándonos verdaderamente.

    “Estar solo” no es el problema. Puedes enfatizar, leer, pintar algo o practicar un deporte. Porque estás siendo productivo y presente, sin reservas o reparos. Estás siendo despierto, atento y le das buen uso a tu tiempo. Así que cuando estás en público y empiezas a sentirte solo, pon tus manos detrás de tu cabeza y deja el teléfono a un lado. No necesitas mirar al menú o a la lista de contactos, solo hablemos entre unos y otros, aprendamos a coexistir.

    No puedo soportar el silencio en un tren inter comunal lleno, donde nadie quiere hablar por el miedo de parecer loco. Nos estamos volviendo antisociales, y no podemos encontrar satisfacción en mirarnos los unos a los otros y mirar los ojos de alguien.

    Estamos rodeados de niños que, desde que nacieron, nos han visto vivir como robots y pensar que eso es lo normal. No es muy probable que seas el mejor padre del mundo si no puedes entretener a tu hijo sin usar un IPad. Cuando era un niño jamás estaba en casa; estaba afuera con mis amigos, con nuestras bicicletas, dándole uso a mis zapatillas y pelándome las rodillas, construyendo una casa bien alto en un árbol. Ahora los parques están callados, eso me produce escalofrío. No veo niños jugando, y los columpios están ahí quietos. No hay salto de cuerda, ni rayuela, no hay juegos ni carreras… (…).

    FINAL: Somos una generación de idiotas, de teléfonos inteligentes y gente tonta. Así que levanta la vista del teléfono y apaga la pantalla. Deja de ver este vídeo y vive la vida de forma real”.

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