Es frecuente que valoremos el comportamiento de un producto, marca o tienda en función de la relación calidad-precio. En el contexto de elección de la tienda, ha sido el atributo más importante durante muchos años, aunque en las últimas mediciones ha cobrado relevancia la proximidad, relegando al mítico calidad-precio a un segundo puesto.
En el blog de Kantar, Cristina Pérez hace un análisis sobre el carácter subjetivo de dicha relación. Resultan interesantes sus reflexiones, ya que cuestiona la objetividad de un atributo frecuentemente utilizado en la Investigación de Mercados. En el artículo, comienza con una pregunta clave para valorar esta relación:
¿Qué significa realmente la relación calidad-precio? El tema precio lo tenemos claro, ¿no? Aquello que pagas por un producto o servicio. Se trata de una medida totalmente objetiva y medible…
Pero, ¿qué ocurre con la calidad? ¿Existe un baremo de calidad uniforme? Ya no digo entre productos… sino en términos de percepción individual para el mismo producto. Seguramente no habrá 2 personas que aprecien la calidad del producto de la misma forma.
Cada uno interpreta el concepto calidad según sus propios gustos, preferencias y exigencias. Si mi interpretación de la calidad no es el mismo que la tuya… ¿qué sentido tiene entonces la interpretación de un atributo así, e incluso su uso para medir el potencial de lanzamiento de productos como hacen algunas compañías?
Se ha justificado su uso para separarlo de conceptos como precios bajos, o promociones, pero en el fondo el concepto de precio para cada uno también es relativo en función del valor que te aporta. Para mí, lo que pago por un Starbucks puede estar en un rango más que aceptable de relación calidad-precio, incluso puedo considerarlo un precio justo… pero para ti puede ser una aberración, ya que no vale lo que cuesta.
Así pues… al ser una medida tan subjetiva y relativa, realmente ¿podemos utilizarlo como elemento relevante en el diseño de nuestras estrategias de Marketing o Trade Marketing?
Desde mi punto de vista, éste siempre ha sido el camino fácil. A mí personalmente me gustaría eliminar este ítem de nuestros cuestionarios: todo lo que no nos ayude a clarificar, confunde, pero como todo… su negociación….depende de su relación calidad-precio.