Randy Pausch y la última lección

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Es común en las universidades norteamericanas que alguna personalidad de relevancia del campus imparta lo que se conoce como «The last lecture» (La última lección), en la que el speaker tiene que dirigirse a la audiencia como si fuese la «última oportunidad» que tiene de hacerlo y comunicar aquellos mensajes acerca de la vida que le parecen más importantes. Sin embargo, en el caso de Randy Pausch, un profesor de la Carnegie Mellon University, eso de «última oportunidad» no era algo imaginario sino real ya que le fue diagnosticado un cáncer de páncreas en el que los médicos le dieron pocos meses de vida.

La última lección que impartió Randy con el título «Really achieving your childhood dreams» (Alcanzado realmente los sueños de la infancia) –y pensada para sus 3 hijos– fue seguida por más de 400 personas en directo. Como consecuencia de esa conferencia, escribió un libro autobiografico titulado La última lección. El libro se ha convertido, tras el éxito de la conferencia por internet​ y la muerte del autor,​ en un «bestseller» del New York Times.

Antes de dar comienzo a la conferencia, Pausch mostró a todos los once tumores que poblaban su hígado con las palabras «No podemos cambiar las cartas que nos han dado, sólo decidir cómo jugar con ellas».

Durante la conferencia el profesor se mostró optimista, desplegando un gran sentido del humor y una excelente forma física, a pesar de su cáncer. En su emotiva intervención ofreció sus pensamientos en torno a la informática, la colaboración interdisciplinar, la educación, la interacción personal y el sentido de la vida.

Te dejo un resumen de la intervencción de Pausch subtitulada. Dura 10 minutos:

 Puedes ver la conferencia completa en el vídeo siguiente. Dura una hora y 16 minutos:

4 comentarios en “Randy Pausch y la última lección”

  1. Hola Coral,

    Muchas gracias por tus comentario y por el vídeo. Al verlo me he acordado de muchas cosas.

    Hay una idea generalizada de vivir de acuerdo con los sentimientos de cada momento. Esto es muy fácil. Se trata de dejarse llevar por lo que en cada momento se siente. El peligro es olvidar que los sentimientos son muy cambiantes y ese esitilo de vida, puede hacer mucho daño.

    Hay que tener un sentido de la vida, un proyecto vital que oriente nuestras decisiones. La vida de una persona tiene que ser gobernada por la inteligencia. Muchas veces tenemos que tomar dedisiones que van en contra de lo que sentimos o de los que no apetece. No podemos ovidar que tenemos que sufrir, llorar, luchar y aveces fracasar. Sin embargo, todo lo que nos ocurre, nos puede ayudar a mejorar como personas. Por el ejemplo, el fracaso. Algunos pensamos que el fracaso no existe. Se explica muy bien en el artículo siguiente.

    "En general, somos quien somos gracias a nuestros fracasos, porque «el éxito –como decía un pensador– sólo confirma nuestras expectativas». La derrota es más formativa que la victoria. Además, bien digerida, nos hace más humanos al ser capaz de comprender mejor el dolor ajeno. Lo contrario, el éxito, suele derivar –si no se tiene una personalidad bien amueblada– en una cierto aire de superioridad y arrogancia". Así comienza el artículo titulado "El fracaso no existe".Saludos agradecidos,

    José MIguel

  2. Coral Baldominos
    Coral Baldominos

    Hola José Miguel,

    Efectivamente no se trata de vivir al día sin preocuparse por nada más sino de cómo afrontar la vida. Y me parece algo maravilloso el buscar, y luego encontrar, el sentido puro de la vida de cada persona.

    Eso sí, como ud. bien dice, primero con la inteligencia.

    Un saludo.

  3. Randy Pausch, en su última lección expresó multitud de aspectos que se nos pasan por alto en todo momento, menos mal que se dejaron plasmadas en su libro y en los vídeos de su última conferencia porque merece la pena. Una de las frases que tengo presente constantemente es: "cada persona vale lo que vale su palabra" creo que si nos ponemos a pensar se puede hacer una clasificación rápida de cuanto valen las personas que nos rodean, o no.
    Sin embargo, una de las frases que más se identifican con la asignatura que estamos cursando es: "lo que importa son las personas no las cosas", y entre las cosas que más se nos repiten en clase, Randy Pausch dice: "mostrar gratitud es una de las cosas más sencillas y poderosas que un ser humano puede hacer por otro".
    Y ya que tenemos tantas asignaturas de número y finanzas entenderemos lo que quiere decir con: "el trabajo duro es como el interés compuesto de los bancos. La recompensa se acumula más rápido" porque al fin y al cabo "la suerte es lo que ocurre cuando coinciden la preparación y la oportunidad" y si no hemos tenido la oportunidad, "la experiencia es lo que te queda cuando no consigues lo que querías".

    Un libro que recomiendo a todo el mundo.
    Un saludo.
    Laura Romero.

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