Tal Ben-Shahar ha convertido la felicidad en una asignatura académica. Este psicólogo estadounidense e israelí ha sido durante 25 años profesor en Harvard, su asignatura tiene el récord de ser la que más estudiantes ha tenido en la historia de esta prestigiosa universidad: más de 1400 alumnos por semestre. También es consultor de empresas internacionales como Microsoft, Orange o Shell; escritor de superventas como ‘La búsqueda de la felicidad; y dirige el Happiness Studies Academy, una plataforma online que ofrece recursos para aprender a gestionar las emociones.
En la última edición de enlightED, encuentro sobre el futuro de la educación organizado por Fundación Telefónica junto con IE University, Fundación Santillana y South Summit, Ben-Shahar protagonizó una charla muy esperada e inspiradora acerca de la felicidad. Su definición, su esencia, los obstáculos para conseguirla y los consejos prácticos para que esté cada día un poco más a nuestro alcance. A continuación te selecciono algunos de ellos:
1. Creer en la felicidad
Tal Ben-Shahar afirma que “de media la felicidad depende en un 50% de la genética, en un 40% de las elecciones personales y en un 10% del entorno. Esos porcentajes pueden cambiar en situaciones extremas, como una guerra”. Dicho de otra forma, puedes ser feliz, si quieres ser feliz. Depende de ti, tus elecciones y tus conductas.
2. Cultivar las relaciones personales
La calidad de las relaciones personales es un factor diferencial cuando hablamos de felicidad. Pasar tiempo con las personas a las que más queremos, sentirnos parte de una familia o una comunidad, hablar con la gente, abrazarla, mirarle la cara, sentirse físicamente cerca alguien son los pilares del bienestar de una persona.
3. Desconectar de la tecnología
Nunca hemos estado tan conectados y desconectados a la vez. Según la antropóloga Amber Case, una de las protagonistas del primer foro Telos, es la paradoja de nuestros tiempos. Vivimos tan pendientes de los teléfonos inteligentes que se convierten en extensiones de nuestros propios cuerpos. Somos cíborgs: mitad humanos, mitad robots. Tal Ben-Shahar considera que el smart phone es un invento fabuloso para conectar a las personas, pero es un medio no un fin. La empatía y las demás emociones necesitan cercanía y contacto físico. Hay que aprender a desconectar de la tecnología o, por lo menos, a ponerle un límite.
4. Concederte el permiso para ser humano
Ser humanos es asumir que los sentimientos negativos tienen cabida. Uno de los principales obstáculos en la búsqueda de la felicidad es creer que se puede estar siempre felices. Nos enfadamos, nos ponemos tristes, sentimos envidia. Las redes sociales juegan un papel importante en este sentido. Tendemos a creer que son un reflejo fiel y real de la vida y la vida perfecta de los demás nos provoca frustración. Es más, nos sentimos obligados a fingir una vida perfecta y airearla en nuestras redes sociales. Para ser feliz, hay que ser auténtico y real.
5. Aprender a descansar
Muchos expertos coinciden en que el gran enemigo del bienestar es el estrés, una especie de pandemia global. Ben-Shahar comparte esta teoría, pero afirma que el verdadero problema no es el estrés en sí, sino la falta de recuperación. No se trata solo de dormir, sino de descansar. “Las personas felices y saludables saben gestionar su tiempo y tomar tiempo libre» dijo en enlightED 2019.
6. Estar agradecido
Es un ejercicio sencillo con un enorme poder. Tal Ben-Shahar confesó en enlightED que uno de sus rituales es escribir cosas por las cuales se siente agradecido. Expresar gratitud sirve para dar valor a las cosas, incluso las que nos parecen pequeñas o insignificantes, y mejora nuestra salud mental y física.
7. Estudiar la felicidad
Tal Ben-Shahar ha convertido la felicidad en una asignatura académica y es partidario de que todos los niveles educativos sigan su ejemplo. Si queremos educar a personas felices, tenemos que enseñar la felicidad desde las primeras etapas del aprendizaje tal y como enseñamos las matemáticas, la geografía o la historia. El “profesor de la felicidad” comparte con otros expertos en educación la necesidad de complementar las asignaturas tradicionales con la formación en soft skills como la flexibilidad, la creatividad o la resiliencia.
8. Invertir en la felicidad
De la escuela a la empresa. El trabajo es uno de los principales indicadores de nuestros niveles de felicidad. Para este experto en Disciplina Positiva, mucho depende de nosotros y de cómo afrontamos el día a día en el lugar de trabajo. Sin embargo, las organizaciones pueden hacer mucho para que sus trabajadores sean felices. De hecho, deberían invertir en felicidad. Un trabajador feliz trabaja más, en menos tiempo y es mucho más creativo. Se trata de cambiar los términos de la ecuación. No es éxito (causa) – felicidad (efecto), sino felicidad (causa) – éxito (efecto).
9. Entrenar la felicidad
Desconectar, cultivar las relaciones personales, conceder espacio a todos los sentimientos humanos, incluidos los negativos. Todo esto está muy bien, pero tiene que convertirse en una costumbre, en un hábito rutinario. Hay que entrenar la felicidad como hacemos con nuestro cuerpo practicando deporte con regularidad. Si quieres ser feliz, empieza a hacer cosas que te hagan feliz. Todos los días, a partir de ahora.