Federico II El Grande (rey de Prusia) realizó un experimento que produjo una fatal consecuencia. Mandó construir un orfanato cuya orden era cubrir todas las necesidades de los bebés (aseo, alimentación, cuidados médicos…) excepto una: quedaba terminantemente prohibido proveer de cariño/amor a los infantes. La mayor parte de los bebés terminó falleciendo al poco tiempo. La falta de afecto durante la niñez puede producir retraso en el desarrollo psicomotriz, trastornos en el lenguaje, sistema inmunitario deteriorado que favorece la aparición de enfermedades, etc., e incluso la muerte.
El principio de la vida y el final son dos etapas de máxima necesidad de afecto y la falta de éste perjudica a la salud. Es vital que las personas mayores se sientan queridas, apreciadas y reconocidas. Y esto no basta con saberlo y decirlo, sino que también hay que hacerlo. Y en la Residencia Virgen del Pilar de Boadilla del Monte lo tienen muy claro, tal y como su gerente, Francisco Manuel Boza, explica en una reciente entrevista.
El primer requisito para atender a las personas mayores es contar con un personal no sólo formado, con experiencia y bien coordinado, sino que sobre todo en la residencia buscan contar con las mejores personas, buena gente, buenas personas, que sean conscientes de la vulnerabilidad de las personas mayores y de su necesidad de afecto y cariño. Esta idea acerca del personal la podemos extender al resto de los servicios y España, no lo olvidemos, es un país de servicios.
El primer cariño que hay que procurarles a las personas mayores es el de sus familiares. Por ello hay que favorecer los intercambios intergeneracionales con actividades diseñadas para participar toda la familia. Actividades lúdicas, divertidas y fáciles de hacer. Por ello en la residencia Virgen del Pilar se favorece también los contactos familiares no poniendo ningún tipo de cortapisas a las visitas o salidas de las personas que viven en la residencia. Una residencia hoy día es un resort para personas mayores cargado de actividades y oportunidades de conocer a otras personas de edad o problemáticas parecidas. Una vida plena y satisfactoria es cuando nos sentimos útiles para los que nos rodean y nuestro día esta jalonado de actividades que nos interesan. Una vida plena es cuando conseguimos salir de nosotros mismos y nos unimos a otras personas para hacer algo juntos. Por eso son tan importantes las aficiones, el cultivo de la amistad, los voluntariados o acudir a actividades de tipo espiritual que nos llenen de paz y serenidad. Con los años comienzan a aparecer algunas dificultades cognitivas, que en muchos casos necesitan ser tratadas o estimuladas para conseguir mantener las capacidades el máximo tiempo posible, es lo que llamamos el fomento de la autonomía. Pero no basta con tratar cognitivamente a una persona. No nos podemos olvidar de los sentimientos. Dicen que los pensamientos producen sentimientos, pero también los sentimientos negativos producen pensamientos.
La Residencia y Centro de Día Virgen del Pilar está en pleno centro de Boadilla del Monte, rodeada de naturaleza. Desde 1975 presta servicio a nuestros mayores. Se aconseja ver su web y repasar los servicios y el blog.