Es así como califica a la mujer española el último estudio llevado a cabo por la agencia de investigación de mercados Ipsos: Unfiltered, sin filtros. Según los resultados publicados, la mujer moderna “se desmarca de los estereotipos y cánones sociales de las últimas décadas”; ya no quiere ser princesa –como cantaba Sabina–, no busca una vida irreal ni aspira a la perfección, porque es consciente de sus limitaciones; no tiene tabúes sexuales, concluye la investigación, y desea ser tratada como persona, no como género.

El estudio realizado por Ipsos ofrece a las empresas un perfil de la mujer actual con el fin de que puedan ajustar sus campañas publicitarias a la realidad femenina. La metodología utilizada ha sido ciertamente innovadora: las mujeres estudiadas han escrito un diario secreto y anónimo sobre sus deseos y frustraciones cotidianos. Dadas estas condiciones, los investigadores opinan que cuentan con algo muy valioso para las marcas publicitarias: la sinceridad de sus potenciales clientes.

El análisis del comportamiento que tiene la mujer con las marcas –objetivo del estudio–, resulta interesante no solo para las empresas, sino también desde un punto de vista sociológico. Lo primero que se percibe es que la mujer ha roto definitivamente con los estereotipos y cánones sociales: ya no se compara con los hombres (fijación del pasado feminismo), sino que quiere ser ella misma “sin filtros”. Su personalidad se sustenta, según Louise Morrissey, Account Manager de Ipsos, en estos cuatro pilares: aceptación, no imposición, egocentrismo y no culpabilidad.

En definitiva, la nueva mujer ha ido desterrando ese sentimiento de culpabilidad a medida que ya no aspira a satisfacer lo que la sociedad demanda de ella. Así, por ejemplo, respecto a la maternidad, los investigadores se han encontrado con un elemento común: la desaparición de esa antigua culpabilidad. Tal sentimiento se supera cuando las que optan por ser madres reconocen sus limitaciones, es decir, son madres realistas y no pretenden ser “supermamás”.

La mujer actual huye de estereotipos e imposiciones, no quiere que las marcas le hagan sentirse culpable por ser como es y valora que le hablen directamente a ella como persona, no como consumidora, madre o mujer. Tampoco quiere que la publicidad le imponga un modelo de “mujer ideal”, ese grado de baldía perfección al que no puede llegar.

La mujer está ya harta de utilizar el Photoshop, de usar tamices para asemejarse a un ideal que ella no ha creado, de tener que contentar a los hombres y a las otras mujeres; quiere de una vez por todas ser ella misma sin verse obligada a dejar su feminidad en su casa, siendo simplemente mujer sin filtros.

Fuente: Blog Familia Actual (Aceprensa)