Los seres humanos pensamos, y nuestro pensamiento tiene una estructura. En el arte de la lógica existen tres tipos de pensamientos, también llamados “los tres actos de la mente”:

1. La simple aprehensión. Es decir, comprender un objeto de pensamiento, un concepto.

2. El juicio. Cuando formamos una premisa, debemos preguntarnos si es cierta o falsa. A la premisa “todos los políticos son unos golfos” deberemos responder, obviamente, que es falsa. Algunos son honrados.

3. Razonamiento. En el razonamiento, la mente humana analiza si el argumento aportado es válido. Un argumento válido es aquél en el que si las premisas son ciertas, la conclusión también debe serlo.

Pues bien, según los expertos, el error más común al tratar de defender una conclusión suele darse en el primer acto de la mente. En este acto, los seres humanos cometemos numerosas falacias; errores en el uso de conceptos o en el uso del lenguaje.
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La vehemente defensa que muchos hacen de Wikileaks nos muestra las numerosas falacias cometidas en nuestra querida blogosfera. Aquí he ido recopilando algunas, aunque seguro que hay muchas más circulando. Repasémoslas una a una:

1. Evidencia selectiva. Wikileaks tiene muchas cosas buenas, sin duda. Pero también muchas malas. Por ejemplo, el peligro al que expone a algunas personas que aparecen en sus documentos. Ocultar esta información en la argumentación es ocultar parte de la realidad de lo que es Wikileaks. Es no querer entender qué es Wikileaks. Si se quiere formar una opinión sobre algo, hay que aportar la información a favor y en contra.

2. Ad hominem. Esta vieja falacia consiste en atacar al oponente, en vez del argumento… “Si los políticos corruptos quieren cerrrar Wikileaks, es que éste debe ser bueno”

3. Ad verecundiam. Esta falacia es la opuesta a la anterior, ya que en ella se apela a una reverencia, a una cosa o persona que se eleva por encima del argumento. En este caso, es común apelar a la red y a la tecnología como ente superior. En definitiva, se da por entendido que lo tecnológico y lo moderno es bueno por naturaleza.

4. Ad baculum. En esta falacia apelamos al miedo. “¿Qué pasaría si no existiese Wikileaks? ¡Los gobernantes prevaricarían sin control!” Sin embargo, no se plantean otras opciones por las que podamos mantener a nuestros gobernantes a raya sin poner en peligro las relaciones diplomáticas entre países o la vida de ciertas personas.

5. Ad ignomaniam. En esta falacia se apela a la vergüenza; la vergüenza que supone estar en contra de Wikileaks.

6. Falacia en la composición. Aquí se argumenta que si una parte es cierta (que Wikileaks ha mostrado la guerra sucia en Irak y que el mundo tiene derecho a saber la verdad) el todo deber ser cierto: “Wikileaks es bueno”. Pero para tener un argumento válido, es importante no sólo que las premisas sean ciertas, sino que necesariamente la conclusión sea consecuencia de las premisas.

7. Dar por bueno lo que es inexpugnable. “Cerrar Wikileaks es inútil ya que aparecerán muchos otros”. Esta premisa, aun pudiendo ser cierta, no añade ninguna información a si Wikileaks es o no bueno. Por ejemplo, es imposible acabar con todas las violaciones de los derechos humanos en el mundo y, sin embargo, éstas son malas.

8. Confundir lo abstracto con lo concreto. ¿Hablamos de Wikileaks como es hoy? ¿O hablamos de proteger a los ciudadanos de los corruptos? Lo primero (Wikileaks hoy) es lo concreto. Lo segundo (defender a los ciudadanos más débiles) es lo abstracto. Todos o casi todos estamos de acuerdo en lo segundo, pero no necesariamente en lo primero. Cuando algunos defienden a Wikileaks en realidad están pensando en lo abstracto, no en lo concreto, lo que Wikileaks es hoy. Quizá esta sea la falacia más común, qué deberemos resolver preguntándonos ¿qué entendemos por Wikileaks?
Probablemente a muchos os haya parecido este un post algo sesgado. Mi intención era solamente mostrar que los argumentos aportados hasta ahora (o los que yo he leído) para defender a Wikileaks están llenos de falacias. No prueban, en mi opinión, que Wikileaks sea bueno.

Y no querría abandonar este post sin aclarar que aquí no he demostrado que Wikileaks sea malo. Si lo hubiese dicho, habría cometido otra falacia: la de pensar que refutando un argumento se prueba que la conclusión sea falsa.
Fuente: El Blog de Julián Villanueva (ver los comentarios a este post). Julián Villanueva es profesor de Marketing del IESE Business School. Actualización (13.12.10): Sugiero leer el nuevo post del blog de Julián Villanueva: Wikileaks en el banquillo