Adicciones sin drogas

Leído en la prensa: “Detenida una niña de 15 años, a cargo de un narcopiso especializado en menores”. Este información nos confirma que hay más drogas de lo que parece y se consiguen con facilidad: ¡Atención padres!

Normalmente se habla de drogas químicas, desgraciadamente no hace falta hacer una relación de ellas porque hemos conseguido que todos las conozcamos.

Esas son las más comentadas entre padres y las más extendidas, pero por si eso fuera poco, ahora están creciendo como setas, las drogas sin sustancias químicas de por medio, como es el caso de: sexo, juego, compras, móvil, internet o adicciones sociales (como la dependencia emocional de la pareja…). En estas adicciones su tratamiento no es conseguir al abandono total de la droga, si no conseguir una reeducación y aprender a controlarse,

Una de esas adicciones más frecuente es la ludopatía o adicción al juego. Se caracteriza por una dificultad en el control de los impulsos, y que tiende a manifestarse en practicar, de manera compulsiva, uno o más juegos de azar.

Las personas con adicción al juego manifiestan una elevada ansiedad y nerviosismo. Su día a día se convierte en una continua mentira que busca disimular las pérdidas económicas ocasionadas por el juego compulsivo y la obtención desesperada de dinero (robar, préstamos, empeños…). Una vorágine destructiva que acaba derivando en aislamiento, depresión y ansiedad.

En España, es muy conocido la afición que hay a las máquinas tragaperras, ya que permite hacer apuestas con muchísima rapidez: basta observar como se traga las monedas la máquina; la rapidez entre apuestas y resultados que es un sin vivir. El jugador no se da cuenta de cómo galopa su corazón y como merman los dineros de su bolsillo. Ellos se creen que pueden predecir las combinaciones que va a premiar la máquina, pero no se dan cuentan de unas circunstancias muy importante y es que la máquina no tiene sentimientos, es fría y no se emociona con la música y las luces. Además, es un ordenador fabricado para ganar

Con frecuencia las personas adictas a este tipo de adicciones presentan algunas características, que en muchos casos corresponden a los jóvenes, como son la inmadurez, la baja autoestima, la impulsividad, la baja tolerancia a la frustración y a los estímulos displacenteros, la inestabilidad emocional, la tendencia al aislamiento, la introversión o las dificultades de comunicación.

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