Ay, ay, ay. O mentiras rentables

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Ha caído en mis manos un artículo de Paco Sánchez, publicado en Nuestro Tiempo, en octubre de 2010 (verlo aquí). Se titula “Ay, ay, ay”. Merece una lectura atenta, entre otras razones, porque es muy corto. 
Copio el primer párrafo:
“Hace año y medio conté en una columna la curiosa historia de una mesa redonda que moderé en el 2001 ó 2002: “El tema era la gripe. Fui dando la palabra a los cuatro médicos que me acompañaban en la tribuna ante un público de unas ochenta personas. Terminada la primera ronda de intervenciones, comenté un poco asombrado: ‘Han dicho que este año hay la misma gripe de siempre e incluso alguno ha llegado a afirmar que hay menos que nunca. Sin embargo, los telediarios abren desde hace varios días con imágenes sobre hospitales congestionados por la epidemia de gripe…’ Silencio. Ninguno de los ponentes decía nada. El que se sentaba a mi derecha me dijo en voz muy baja, escapando del micrófono: ‘Relenza’. Me asusté. Y sin tener en cuenta la prudencia de mi interlocutor, dije: ‘¿Me están diciendo ustedes que esto es una gripe mediática?, ¿un montaje para lanzar un nuevo medicamento?’ Asintieron con la cabeza. El Relenza, uno de los antivirales que ahora se prescriben para la gripe porcina, mexicana, nueva, o Ah1n1, acababa de salir al mercado. De aquella supuesta epidemia de gripe no se supo más”.
“La farmacéutica es  una industria clave en nuestro sistema, y no sólo en el económico. Sin embargo, una parte de este sector ha demostrado muy pocos escrúpulos en el último medio siglo. Quizá fueron los primeros en entender a fondo las ventajas de una acertada comunicación estratégica, y como consecuencia, más que a la promoción directa de sus productos, se han orientado a la intervención en el discurso cultural. Para ello han recurrido a muy diversos procedimientos: desde la creación de lobbies con apariencia de institutos de investigación hasta la financiación de sociedades médicas.” (Leer más…)
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Con los párrafos anteriores comienza una de las las últimas entradas (te recomiendo una lectura atenta) del Blog de Antonio Argandoña, que tiene el mismo título que he copiado en el título de esta entrada de nuestro Blog.
Antonio tiene un excelente curriculum que parece en su página personal. Es un antiguo profesor y amigo. Lo tuve como profesor, cuando hice el Programa de Dirección General (PDG) del IESE, hace ya más tiempo del que quisiera.
Curiosea su blog. Estoy suscrito y además de aprender muchas cosas, me sugiere ideas y reflexiones sobre los tres temas que trata: Economía, Sociedad y Responsabilidad social y ética de la Empresa.
Te copio el título y el comienzo de otra de las últimas entradas. Seguro que además del tema anterior, también te interesa profundizar y compartir con todos tus conclusiones.
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La respuesta de John Kay es no (ver aquí su artículo “The economists still stubbornly sticking to their guns”, en el Financial Times de hoy, en inglés, claro). O quizás quiere decir que nos damos cuentas de nuestros errores, pero no somos capaces de corregirlos.
Kay critica a los economistas, porque está hablando de lo poco que hemos aprendido de la crisis reciente, y porque es el gremio que conoce mejor. Pero sus comentarios valen, me parece, para todos, o casi todos. Los casos que cita son de expertos que mantuvieron una posición antes de la crisis, quizás reconocieron sus errores cuando aparecieron los problemas, pero luego han vuelto a reafirmarse en sus ideas originales
Me parece lógico, hasta cierto punto. Todos partimos de una manera de ver el mundo, que condiciona nuestros análisis y nuestras acciones. A fuerza de ver las cosas de una manera, nos cuesta cada vez más entender otras maneras distintas. No es cuestión de falta de buena voluntad: nos faltan medios. Si, por ejemplo, uno se ha pasado toda la vida diciendo que las personas actúan siempre por motivos egoístas, le faltarán las categorías mentales para entender que quizás puedan actuar de otra manera, y cuando ese científico social vea un acto de generosidad, pensará, probablemente, que es un caso de egoísmo encubierto: debe hacerlo, pensará, para quedar bien, para satisfacer su ego, para obtener alguna ventaja futura,…(Leer más..)

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Para terminar te dejo un vídeo para sonreír….y para pensar

Actualizacióin. Por su importancia y actualidad aquí  puedes ver las entradas del Blog de Antonio Argandoña que se reefieren a la corrupción. También te aconsejo leer un etrada del  Blog de  Profesor del IESE Julián Villanueva, (al que ya nos hemos referido en este blog). Ver Políticos corruptos, ¿ciudadanos idiotas?

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