Carlos Solís Domínguez
Carlos Solís Domínguez
Soy gallego, nieto de labradores y ganaderos, e hijo de emigrantes que dejaron la “Galicia profunda” en busca de oportunidades. Esas raíces me conectan con lo auténtico, lo natural y lo simple: con lo que de verdad importa.
Al igual que mis padres, también fui inmigrante. Hoy, ya de vuelta, valoro profundamente la experiencia de haber vivido en Latinoamérica, una cultura tan cercana como enriquecedora, que amplió mi visión y me dio nuevas herramientas humanas y profesionales.
Soy economista de formación universitaria. Tras mis primeros años en áreas administrativas y financieras, enfoqué mi carrera hacia lo que realmente me apasiona: la atención al cliente, las ventas, y el desarrollo de negocios, tanto en mercados nacionales como internacionales. He trabajado en sectores tan diversos como la construcción, el consumo masivo, el retail, la industria y el comercio electrónico, lo que me aporta una mirada global y versátil.
En los últimos años he acompañado a empresas como asesor, sin dejar de formarme continuamente. Creo firmemente que «el aprendizaje constante es la llave para abrir nuevas puertas» También estoy en proceso de formarme como mentor. Creo en el valor de acompañar a otros desde la experiencia, con humildad, escucha y compromiso. Como dice Oprah Winfrey: «Un mentor es alguien que te permite ver la esperanza dentro de ti”.
Además, colaboro como voluntario en Cruz Roja Española, impartiendo clases de español a inmigrantes y formación digital a personas mayores. Es mi forma de contribuir y devolver lo mucho que he recibido.
Soy esposo, padre de dos hijos, amante del deporte (especialmente del fútbol), practicante del “mente sana in corpore sano”, lector, melómano, y un firme creyente en los pequeños placeres como una buena conversación con los amigos, café de por medio.
Salesiano de formación y convicción, aunque no perfecto practicante, la fe forma parte esencial de quién soy. María Auxiliadora y San Juan Bosco, no son solo figuras de devoción, sino referentes en mi camino espiritual. A través de ellos cultivo mi conexión con DIOS, lo que me inspira a vivir con gratitud, entrega y sentido de propósito.
Me apasiona escribir, sobre todo de temas personales y de gestión, porque compartir también es una forma de crecer. Compartir en este blog es una de mis formas de ayudar a que sean mejores.
Como decía Einstein: «Intenta no volverte un hombre de éxito, sino volverte un hombre de valor. Ese es el camino que intento seguir cada día.
P.D. Como habrás notado, me encantan las frases y citas. Creo en su poder para tocar, inspirar y dejar huella… especialmente cuando las escribimos con intención.