Cuando los profesionales de marketing digital nos enfrentamos a un proyecto, una campaña o un nuevo cliente, lo que traducido al lenguaje de marketing es alcanzar los objetivos propuestos de generación de ingresos ( a través de las conversiones) y de clientes digitales (generación de leads comerciales), ponemos sobre la mesa todo el arsenal de herramientas de las que disponemos: redes sociales, el blog y las estrategias de marketing de contenido, las técnicas SEO On page y Off page (keywords, metadesciptión, linkbuilding, optimización y usabilidad…) de posicionamiento del site, campañas SEM con Google Adwords o redes de afiliación, campañas de Social Ads (Facebook Ads, Twitter, Linkedin, Instagram..), e-mail marketing, campañas de displays…herramientas que deben ser planificadas, organizadas, estructuradas y con sentido común (lo que algunos llamamos Estrategia de Marketing Digital).
Pues bien en este punto analizando el mercado, los clientes actuales y potenciales con los que hemos trabajado, el feedback de amigos consultores y bloggers, hemos detectado que las campañas de publicidad digital es de las herramientas que menos valor o uso le dan las pequeñas y medianas empresas. Unas veces por desconocimiento y equipararlo a la publicidad tradicional donde el retorno de la inversión es complejo y difícil de medir; otras veces por no saber parametrizar y medir el retorno o simplemente por no saber orientar la inversión económica a la conversión.
En el artículo de hoy queremos contaros la potencialidad de esta herramienta no solo como elemento de posicionamiento y potenciación de la imagen corporativa, sino como generador de leads comerciales que luego convertiremos en ventas, en suscriptores o en clientes fidelizados.
Fuente: Blog La Cultura del Marketing