Si tradicionalmente se ha dicho que la información es poder, a nadie se le escapa que la era en la que nos encontramos constituye una época de inmensas oportunidades. Twitter representa, en este sentido, el paradigma de la democratización comunicativa en Internet  pero no todo el mundo es capaz de utilizarlo eficazmente.
A la hora de publicar un contenido en Twitter, texto, enlaces, vídeos y/o fotografías, no solo importan el tema y el tono elegidos, sino que otros factores, como el nombre del perfil, la foto del avatar, la corrección ortográfica o la hora a la que se envía resultan igualmente determinantes. Al menos esto se desprende del informe elaborado por RedbilityinfluenZia y la Universidad Europea de Madrid (UEM), en el que se analiza el comportamiento de los usuarios en la mencionada red social.
En esto, como suele decirse, no existe una receta mágica para lanzar el tuit más exitoso, pero sí que hay ciertas pautas que ayudarán a tener una mayor repercusión. Claro que dichas pautas también variarán en función del perfil, tanto del emisor, como de los posibles receptores, entre los que destacan profesionales de las redes sociales (37%), particulares (34%) y profesionales en las redes sociales (29%).
En cuanto a los temas tratados, unos destacan fuertemente sobre otros, especialmente aquellos referidos a las redes sociales y las nuevas tecnologías (17%). Menos relevancia suelen adquirir tuits referentes al ocio en general (11%), a la religión o la televisión (10% cada una) o a los temas sociopolíticos (8%). Por otro lado, el tono comunicativo empleado también es determinante, y en esto destaca el informativo (38%) sobre el humorístico (16%) y el enunciativo (12%).
De este modo, tiene muchas más posibilidades de triunfar un tuit que hable de medios de comunicación, redes sociales, política o tecnología; que emplee un tono informativo y formal (aunque los mensajes irónicos y humorísticos también convierten mucho); y que sean correctos desde el punto de vista ortográfico y gramatical. También el momento en el que se publican los contenidos adquiere especial relevancia, siendo los más efectivos la primerísima hora del día y la última de la tarde.
En general, la interacción con otros usuarios también puede resultar clave a la hora de generar una reacción en la red. A la hora de compartir enlaces, conviene tener en cuenta que las URL que no informan del contenido al que dirigen (como ocurre con aquellas que se acortan, o con las de vídeos o fotografías) generan incertidumbre en el lector y lo desaniman para abrirlos. Por otro lado, el éxito de dicho enlace dependerá en gran medida del tiempo que tarde en redireccionar a la página, y sus posibilidades serán prácticamente nulas si excede los doce segundos.
Por último, el emisor del tuit debe tener en cuenta tanto el perfil de los posibles receptores como el dispositivo a través del cual accederán a la red. De este modo, deberá utilizar un tono más informativo, hacer menciones concretas y escribir más temprano en el caso de perfiles profesionales, por ejemplo, y cuidar especialmente aspectos formales como la imagen del avatar, la bio o el nick cuando el dispositivo de acceso sea un ordenador, y el mensaje en sí cuando sea móvil.