¿Los seres humanos creamos la tecnología o la tecnología nos crea a nosotros?
Vivimos enganchados a las redes sociales y a los dispositivos a través de las que las visitamos cada día. Cada día se crean nuevos dispositivos, nuevas actualizaciones,.. La vertiginosa velocidad que está alcanzando la tecnología a día de hoy no es un tema que pilla a nadie por sorpresa. Hemos nacido y estamos viviendo dentro de la era digital. Una nueva era donde la tecnología está transformando el futuro en el presente.
Cómo ya cité en “Lo que parecía ciencia ficción ya no lo es”, “No somos conscientes de los grandes cambios tecnológicos que estamos viviendo. La tecnología está infravalorada a corto plazo y sobrevalorada a largo plazo.”; Es por esta razón, y con motivo de algunos vídeos que me han hecho reflexionar al respecto, por lo que quiero que hoy vengo a hablar de nuevo sobre la tecnología y el impacto que ésta está teniendo en la sociedad y en el marketing.
Para comenzar me gustaría compartir con vosotros cómo será el futuro según Microsoft.
Las empresas realizan grandes inversiones en tecnología para poseer un marketing más eficiente. Nos hemos vuelto dependientes de la tecnología. Programas, aplicaciones móviles, nuevos productos, softwares… todo vale, todo nos gusta y todo lo queremos.
Cuando hablamos de marketing digital, estamos hablando de la evolución que ha tenido el marketing tradicional sobre cualquier canal digital en el que se preste. Las estrategias de marketing digital que siguen las marcas se han vuelto imprescindibles en todo plan de marketing. El porqué está más que claro si estás leyendo este artículo. Todos nos encontramos en la web.
Sin embargo cuando hablamos de tecnología, también debemos hablar de sociedad. Es aquí dónde se fusiona éste ultimo con el marketing. Y es que como ya sabréis, las google glasses es solo uno de los tantos ejemplos que podríamos poner para fusionar marketing con sociedad y tecnología.
¿Te imaginas despertar un día y qué esto sea lo normal?
Cómo muchas otras cosas de la vida, la tecnología tiene ese particular efecto: la amas o la odias. Y es que haciendo referencia a la pregunta del inicio, son muchas las personas que más que sentir fascinación por estos innovadores productos, sienten temor y disgusto ante que esto sea -lo que se nos viene encima-.
De hecho, y debido al cambio que ya se está produciendo en la sociedad a consecuencia de la tecnología, Internet y las redes sociales, tú que piensas, ¿La tecnología nos aleja?
https://www.youtube.com/watch?v=lPB3CfLKvEw
Por supuesto que la tecnología ha cambiado al forma de hacer marketing. Ha cambiado nuestra forma de vivir. Y ha cambiado hasta nuestro cerebro. Por último os dejo con este vídeo dónde se muestran 5 maneras distintas de cómo las redes sociales han afectado a nuestro cerebro. Todo un síntoma digital del siglo XXI.
“Aunque pueda parecer una locura, la tecnología ha empezado a reestructurar nuestro sistema nervioso”
Fuente: Atrévete con el Marketing
Raquel Arganza (Marketing de Servicios)
9 comentarios en “La era digital, ¿Nos gusta o nos asusta?”
La tecnología como todo puede ser algo muy bueno o todo lo contrario. Todo depende del uso que se le de, pues bien, nadie nos obliga a encerrarnos en una burbuja digital y olvidarnos del mundo real, eso es una decisión que cada uno toma de forma libre. En mi opinión los avances tecnológicos que se están llevando a cabo a pasos agigantados no hacen más que mejorar nuestra vida, solo depende del buen uso que se haga del ella.
Es difícil odiar la tecnología, es por así decirlo, la ayuda del hombre, la que facilita y permite hacer cosas que hace años eran impensables, como por ejemplo, poder hablar y ver a un familiar a miles de kilómetros de distancia por Skype.
Sin embargo, se está consiguiendo que la empecemos a odiar. Exceder en el uso de la tecnología puede hacer que la odies, sobre todo en el tema social. Vas en el tren, en el metro, por la calle, en la playa, en el campo, en el estadio de tu equipo y la mayor parte de la gente está con la vista centrada en su móvil, o grabando el momento, pero sin disfrutarlo, sin relacionarse personalmente con las personas, hablando con “amigos” por redes sociales, que ni son amigos, ni son redes sociales, sino “asociales”.
Considero que vivimos en una sociedad dañada, estamos enfermos, somos drogadictos de la tecnología porque dependemos de ella, es la mayor droga del siglo XXI. Nos levantamos y lo primero que hacemos es coger el móvil y ver si tenemos algún nuevo mensaje o ha subido una foto alguien que hemos visto una vez en la vida pero que ni nos importa, en vez de levantarse y saludar a tú familia, dar los buenos días como hacían nuestros padres o nuestros abuelos, que puede que no se beneficiaran de algunos avances de la tecnología que hoy en día facilitan mucho las cosas y son muy útiles, pero que seguro que vivían más felices, más unidos, como seres humanos, más libres.
Como en toda droga, el que se tiene que curar es el paciente, y en este caso somos todos nosotros. Por tanto, no dejemos que la tecnología nos controle, que el robot o la máquina se subleve contra el que la diseña, y controlémosla nosotros, entonces será cuando pasará de ser un problema a una solución, que es su propósito principal, por el que se ha creado.
Estoy de acuerdo con la opinión de la compañera, la tecnología tiene sus ventajas y sus desventajas.
Cono nos dice el vídeo de ¿La tecnología nos aleja?, si tu empleas el uso de las redes sociales o el ordenador demasiado, tus amigos pasan de ser reales a digitales.
Estos avances perjudican a diferentes sectores, ya que cualquier duda que tengas de cualquier tema , basta con ponerlo en google y ya hay diferentes puntos de vista igualmente válidos para resolver el problema que te haya surgido, ya sea en tu trabajo, tus estudios o en tu vida cotidiana.
La clave es hacer un uso racional cada día de los diferentes aparatos electrónicos y compaginarlo con otro tipo de actividades, ya sea de carácter deportivo o social.
Si seguimos por este camino va a llegar un momento en que las empresas van a dejar de contratar a las personas, porque los móviles y los ordenadores lo van a hacer todo más rápido y eficiente que los seres humanos, especialmente en ámbitos como la consultoría o auditoría.
Por el contrario, como dice el artículo, es una herramienta fundamental para aplicar estrategias de marketing para que cualquier tipo de producto llegue de forma más efectiva al consumidor.
En mi opinión, la tecnología ha hecho un mundo mejor en todos los aspectos que nos podamos imaginar ya que nos hace conseguir nuestros objetivos de una forma más rápida y eficaz. Por ejemplo, gracias a la tecnología podemos conseguir mucha más información sobre el cliente y atenderlo de forma mucho más personalizada.
Sin embargo, puede llegar un momento que la tecnología nos supere y nos haga abstraernos de la realidad. Respecto al buen uso que se le debe dar a la tecnología que se ha comentado anteriormente me gustaría pensar que la sociedad está preparada para dar a la tecnología ese buen uso, pero no lo creo.
Como sabemos, la tecnología ha revolucionado nuestro mundo, ha cambiado la forma de hacer negocios, la forma de acceder a información actual y no tan actual, nos ayuda día a día a hacer nuestros objetivos quizá más accesibles. Pero también han empezado a cambiar lo más profundo del ser humano como ser social. Ha cambiado la forma en la que nos comunicamos y como nos relacionamos, ha cambiado los ámbitos de socialización de una manera quizá algo retorcidamente irónica; tal como expresa el artista Prince EA en el anterior vídeo, nos ha hecho ser más sociales mediante una pantalla, pero no cara a cara, nos ha hecho estar más pendientes de sentirnos aceptados por todos aquellos «conocidos» con los que compartimos redes sociales, que de disfrutar de la belleza del momento. Una belleza que no compartiremos con los que tenemos cerca. Google mediante las gafas tecnológicas (que de seguro serán acogidas con furor por los consumidores) será un mejor testigo que nosotros en cuanto a lo que vemos. Merece la pena comentar respecto a esto el tema de la intimidad. Se sabe que google almacena una ingente cantidad de datos sobre lo que buscamos, lo que vemos, lo que compramos en cada momento haciendo uso de su servicio. Ahora podrán recoger datos sobre que es lo que miramos a lo largo del día, dónde estamos, para qué, nuestro estado de ánimo, nuestras conversaciones y relaciones sociales. VALIOSA información como poco, eh?
También cabe mencionar que dentro de unos millones de años, puede que nuestro cerebro encoja y nuestros dispositivos se agranden tal como ya han empezado a hacer, esto podrá deberse a que ya no necesitamos tantas conexiones neuronales, si nuestras gafas nos orientan incluso dentro de una pequeña tienda, nos recuerdan que hoy tenemos que ver a una persona, que es la hora de desayunar, que para comer tostadas hay que introducir el pan en la tostadora y demás…
Personalmente, creo que debemos replantearnos si todo esto merece tanto la pena. Si ya se han dado nombre a dolencias del cuello en base al uso del teléfono móvil, y, como nos ha transmitido el nuevo vídeo, nuestro cerebro ya esta cambiándose debido a la influencia de estos dispositivos.
¿Como debemos imaginar ésta realidad, en un futuro en el que (como en el primer vídeo se nos ilustra) todo es táctil y todo tiene conectividad?
A juicio personal creo que los seres humanos llevamos múltiples siglos alardeando de nuestra condición, y esta es… que somos más inteligentes que maduros. ¿Estamos preparados, somos suficientemente maduros para gestionar lo que tan meticulosamente ensamblamos para meter de por vida en nuestro bolsillo o por siempre sostener delante de nuestros ojos?
Odiar o amar la tecnología son conceptos demasiados extremistas para nuestra sociedad hoy en día. Son indiscutibles los beneficios que estas herramientas nos proporcionan y el que no quiera ser consciente de ello es porque realmente no observa como cambia el mundo. Esta progresión es más que evidente, y además continua evolucionando de forma estrepitosa.
Negarse en rotundo a su uso, solo perjudica a las personas ya que se crea rápidamente un sentimiento de no pertenencia a la sociedad en su conjunto. Pero.. ¿en qué medida? ¿Hasta qué punto es bueno que las nuevas tecnologías nos obliguen a estar las 24 horas del día disponibles? ¿Cuándo comienza a ser una obsesión tener que mostrar una vida perfecta y falsa en las redes? ¿Cuántas relaciones personales nos han hecho perder esta nueva forma de contacto? ¿Es necesario llegar hasta el momento que empiece a influir en nuestro sistema nervioso?
Por esto no se puede aportar una conclusión firme sobre si el uso es bueno absoluto o malo absoluto, ya que en medio encontramos muchos puntos de vista, en los cuales la tecnología ha favorecido claramente en la sociedad de hoy en día, así como la globalización o distintas disciplinas como el cambio evidente en el marketing.
Queramos o no, vivimos en una sociedad cambiante, en la cual las nuevas generaciones nacen con una tablet debajo del brazo. La nueva era de la tecnología nos seguirá sorprendiendo con cambios continuos y cada vez más acelerados, a los cuales nos tendremos que adaptar. Pero si es posible solo en su justa medida, que de las redes sociales se aprende, pero las relaciones sociales de verdad, son más significantes.
El desarrollo tecnológico ha sido un motor que ha fomentado el progreso económico y el bienestar social del conjunto de países que han sido implementadas, pero esto no debe ser óbice para negar el impacto social y cultural que provoca su rápida implementación, que provoca los temores de numerosos colectivos. Considero que la mejor forma de combinar y remediar esta situación proviene del paulatino desarrollo del mismo en la sociedad. Los humanos no podemos despertarnos un día teniendo unas gafas para luchar contra la miopía y pasar al siguiente a tener gafas que nos dicen que es el cumpleaños del compañero de trabajo o que hace 23º en Cádiz.
Es verdad que gracias a la tecnología se han producido muchos avances y mejoras. Pero hay una cosa que me llama mucho la atención, y es que, a pesar de todos los aparatos y aplicaciones que tenemos parece que la gente tiene cada vez menos tiempo disponible para sí misma. ¿Por qué si hay más tecnología la gente sigue trabajando igual e incluso más? A mi juicio creo que debería pasar justo lo contrario. A lo mejor, el problema es la sociedad en la que vivimos, principalmente en el mundo occidental, donde, si decides ir a tu ritmo resulta que vas demasiado despacio, porque con tanta tecnología siempre se te exige más.
La era digital está cambiando a la sociedad tanto para bien como para mal. Hoy en día, como se ha comentado anteriormente, las empresas realizan grandes inversiones en tecnología para poseer un marketing más eficiente con el fin de garantizar una mayor satisfacción de sus clientes y conseguir la fidelidad de los mismos. Me gustaría alejarme de lo que este artículo trata de transmitir y generar un debate sobre la siguiente pregunta: ¿realmente la tecnología puede resolver nuestros problemas más grandes?
Aquí dejo un link de interés en el que Jason Pontin (editor de MIT Technology Review) habla sobre este tema en una de las charlas de TED.
https://www.ted.com/talks/jason_pontin_can_technology_solve_our_big_problems