“No podemos pensar que somos individuos que pueden hacerse a si mismos, sin ayuda de nadie” (Margaret Wheatley)
En 2009 me encontré con el libro “Nunca comas solo” de Keith Ferrazzi y Tahl Raz por casualidad en una librería. Entonces y ahora, pensaba y trabajaba sobre cómo aumentar mi red de contactos para tener éxito y para ayudar a más personas. Empieza con la cita de la profesora estadounidense, filósofa y pensadora especialista en liderazgo, que acabas de leer.
Recientemente, con motivo de la impartición de unas clases sobre gestión del talento, en la universidad, lo he releído. Es uno de esos libros que saca muchas cosas buenas de uno y que pone el foco en aspectos importantes, no de una etapa, sino de toda la vida.
Si entendemos que la marca personal se podría definir como aquello que dicen de ti, cuando no estás delante. ¿Le interesa que hablen bien de él a un médico, un abogado, un ingeniero, un asesor financiero? Evidentemente sí.
Pues el libro va de todo aquello que podemos hacer, paso a paso, para construir y cuidar las relaciones profesionales, tejer una red de personas de calidad y entender cómo podemos ayudar y ayudarnos a conseguir nuestras metas.
Hace tiempo que me di cuenta de que la seguridad y la estabilidad en mi trabajo (soy asesor financiero y emprendedor) no me la aporta un contrato indefinido, que es indefinido, hasta que deja de serlo, sino una buena relación de personas que te quieren y a las que quieres. Que te ayudan y a las que ayudas. Por las que merece la pena estudiar, prepararse y esforzarse día a día.
Así el libro va desgranando cómo llevar a cabo contactos, por teléfono, en un evento, una conferencia, cómo acceder a la persona que nos interesa. Lo importante del libro será la capacidad que tengamos cada uno de llevarlo a la práctica, desde nuestra firma de ser y de relacionarnos, con autenticidad. El título del libro es el de un capítulo y quizás fue elegido porque es más impactante que Cómo conseguir y cuidar los contactos de calidad en el mundo profesional.
Las redes sociales, las vídeo conferencias nos pueden ayudar en el mundo actual en el que debemos seguir conectados, aunque separados, por el obligado distanciamiento en la pandemia.
En resumen, también debemos prepararnos y no dejar a la improvisación para crear una red de personas de calidad a las que ayudar y que nos ayuden. Cuando lo vayas practicando, verás que funciona. A mí me ha ayudado, desde la humildad, a crecer.
Fernando Elvira González
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