Lo fácil es decir que “hoy en día está todo inventado”, que ya no queda hueco para la innovación y que lo más seguro es mejorar o perfeccionar una idea ya probada. Sí, eso es lo fácil y, sin embargo, los nichos de mercado sí existen, se crean y desaparecen con el mismo ritmo de la vida, de la sociedad y de los negocios que proliferan en ella. Lo que hoy puede parecer una idea terrible puede ser una estupenda oportunidad en unos años, y viceversa.
Que dudemos en ocasiones de su existencia responde a lo difícil que suele resultar identificar uno que sea rentable para el emprendedor. En el momento en que una empresa detecta un posible nicho de mercado y comienza a explotarlo, este comienza a dejar de ser nicho, precisamente, porque ya hay alguien dando respuesta a lo que originó ese nicho: una necesidad del consumidor no satisfecha.
Para aprender a detectar un nicho de mercado primero debemos definir sus características principales. Vamos a ello:
- Lo compone una pequeña parte del mercado, cuyos individuos tienen una necesidad no satisfecha. Es importante destacar que el segmento de mercado no debe ser demasiado pequeño, de lo contrario el nicho será difícilmente rentable.
- Estos individuos tienen características, gustos y necesidades similares.
- La necesidad que comparten estos individuos debe ser bastante específica y para su satisfacción el segmento debe estar dispuesto a pagar por ella. En ocasiones, existen sectores con necesidades muy concretas pero para cuya resolución no están dispuestos a invertir.
- Existen muy pocas empresas que puedan satisfacer esa necesidad o, directamente ninguna. Si el posible nicho de mercado que has detectado no tiene a ninguna empresa, puede ser señal de que no es viable.
Por ejemplo, vemos que la sociedad está cada vez más pendiente de la calidad de su comida. En concreto, lo ecológico, sano y sostenible comienza a tener mucho ‘tirón’. Además, está creciendo un mayor sentimiento de aprecio por el comercio y los productos de proximidad, lo que se hacen en nuestra propia ciudad o provincia. Siguiendo estas realidades, se podría estudiar un nicho de mercado en base a los potenciales clientes de productos sanos, ecológicos y de proximidad. ¿Cómo podemos estar seguros de que estamos ante un nicho de mercado?
Investigando la rentabilidad de un nicho de mercado
No hace falta ser un visionario para intentar comprender qué puede deparar el futuro. El célebre escritor de Ciencia-Ficción Julio Verne, se adelantó décadas a su tiempo en muchas de sus novelas. Él imagino el submarino, el fax… ¿era un iluminado? ¿Tenía una bola de cristal? No. El truco de Julio Verne era la información. El literato consumía horas dentro de la biblioteca cada jornada, consultando toda la información que tenía a mano, desde periódicos y revistas de la época con las últimas novedades, hasta libros con teorías vanguardistas. De toda esa información extrajo lo que más le interesó. Y en ocasiones, acertó.
Así que la clave para detectar oportunidades de negocio y nichos de mercado pasa por manejar toda la información posible. Medios de comunicación, informes, revistas especializadas… mucha de la información relativa a nuestro potencial nicho de mercado está en internet. Solo hace falta tener claro qué se necesita buscar.
- Sector o área a la que te quieres dedicar.
- Tu capacidad financiera para emprender en ese sector.
- Demanda tanto actual como futura de los productos o servicios que vas a comercializar –una estimación, en la medida de lo posible.
- Posibles competidores que ya estén en el mercado o puedan entrar.
Fuente: BBVA con tu empresa