Se está publicando infinidad de artículos de opinión sobre la tragedia de Valencia. Entre ellos, ha habido uno que me ha interesado especialmente. Lo escribe Luis Ventoso y lo ha publicado en el Debate. Su título es «Dios, relegado al banquillo». Como es muy largo, selecciono la parte que más directamente trata de la tragedia valenciana.
«Si en Estados Unidos hubiese ocurrido una tragedia como la que estamos llorando en España, ninguno de los dos candidatos soslayaría una oración, o algún tipo de apelación a Dios. Inglaterra sufre hoy una aguda crisis de fe, pero incluso así, el rey Carlos III habría invocado de algún modo a Dios, como habría hecho también su madre, la magnífica Isabel II. Sin embargo, aquí… Las víctimas son despachadas como números, mientras los partidos se despellejan presto con sus peleas cainitas sobre una dolorosísima montaña de muertos. Como mucho se invita a hablar en las televisiones a los psicólogos, que operan como placebo de lo profundo en un país que tiene a Dios relegado al banquillo en toda su vida pública. Entre los jefes de los grandes partidos, solo Abascal ha osado a escribir en un tuit una alusión religiosa, al referirse a sus «oraciones».
La riada se ha llevado perros, gatos, coches, electrodomésticos… y personas, no sabemos siquiera cuántas todavía. Millones de españoles seguimos creyendo que lo que diferencia a los seres humanos del resto de lo que ha arrasado el agua es que nosotros tenemos un alma trascendente, somos algo más que animales u objetos.
Personas que salieron a hacer su compra cotidiana en un día anodino de semana jamás volvieron. Tampoco muchos que bajaron a intentar llevar sus coches a resguardo, o los que murieron ahogados en sus propios garajes y bajos. ¿Qué cuesta oficiar un rezo por su eterno descanso? Somos un país constitucionalmente aconfesional, ya lo sabemos, pero aún así… ¿Por qué está prohibido en nuestra vida pública que un político diga un simple «rezamos por ellos para que Dios los tenga en su gloria»? ¿Por qué ni siquiera el Rey se atreve a pronunciar las palabras oración, rezar o Dios?
¿Nos gusta de verdad esta España hipermaterialista, donde solo somos unas minúsculas criaturas que consumimos, votamos y morimos, que pasamos sin sombra ni huella, a las que por lo visto solo espera un enorme vacío, como si jamás hubiésemos existido? Se niega a Dios para al final cambiarlo por nuevas seudo religiones, como las del cambio climático o la de la ideología que llaman «de género», porque al final siempre se necesita creer en algo.
Desde el inicio de los tiempos, y en todas las culturas, el ser humano ha mirado a las alturas con un anhelo trascendente, espiritual. Así que, por favor, no condenen a los creyentes que han muerto en esta catástrofe al recuerdo chato y ñoño del pebetero new age, el canon de Pachelbel y los poemas huecos que no dicen nada. Esas personas descansan en paz a la luz de Dios. No son cifras, ni munición para una pelea partidista que en esta hora no debería tocar».
Fragmento del artículo de Luis Ventoso titulado «Dios, relegado al banquillo«
2 comentarios en “Dios y la tragedia de Valencia”
Increíble pero cierto. Dios relegado al banquillo.
un estado Aconfesional donde ningún político se moja para hacer una oración por las víctimas de la tragedia.
Sólo los sacerdotes obispos, monjas y católicos de a pie nos atrevemos a decir
oremos por las víctimas de la Dana en Valencia. DEP Amén 🙏🏻🙏🏻🙏🏻
Muchas gracias Mari Carmen por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo