Un directivo es directivo porque dirige personas. Las cosas no se dirigen, se gestionan. De ahí la diferencia entre directivo y gestor. Un directivo tiene que resolver asuntos y para ello le ayuda su equipo. Su labor es descomponer el asunto que lleva entre manos en diversas partes y encargar una parte a cada uno de los de su equipo, los cuales, a su vez, pueden descomponerlo más y distribuirlo entre su gente, y así sucesivamente. La labor del directivo es descomponer bien el asunto, y facilitar que su gente pueda trabajar con los medios y la información oportuna el trozo que tienen encomendado. También el directivo debe asegurarse que el conjunto de soluciones que aporta cada uno de su equipo, una vez puestos en común, solucione el problema inicial.
De todo lo dicho en el párrafo anterior, me parece que lo más importante a destacar es la función que tiene el directivo de facilitar el trabajo de su gente. En realidad, el directivo ha de estar al servicio de las personas que tiene a su cargo. Que estas personas puedan trabajar bien. Visto así la actividad de dirigir es vista como un servicio a la gente de tu equipo. Dirigir no debe verse como un privilegio sino como una responsabilidad. Parte de la responsabilidad del directivo es facilitar el desarrollo profesional de su gente. Y esta es una actividad propiamente humana, que no se puede delegar en los algoritmos de inteligencia artificial.
La idea opuesta a lo que es un directivo es la de una persona que tiene el privilegio de mandar sobre los demás, que tiene poder para que los demás cumplan sus órdenes. Que estos tienen que acatarlas y que es una persona más importante que los demás. El problema de ejercer el mando de esta manera es que el directivo acaba estando solo. Su gente no le quiere, le teme. Y tiene que acabar refugiado en lo único que tiene: su poder. Hasta que se le acaba este poder.
Directivo, reflexiona cómo ejerces tu función de dirigir y si tienes algo que corregir, corrígelo.

