El presidente de Inditex, Pablo Isla participó el pasado 6 de octubre en el congreso anual de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), con la conferencia “Inditex: un modelo de crecimiento sostenible“.
Isla ha reveló varios detalles del funcionamiento de la empresa que preside y que se gestiona “como si fuera pequeña, pero sin perder de vista que es una gran compañía con más de 140.000 personas”.
Trabaja con una “cultura que respira a Amancio Ortega por todas partes”, pues muestra “inconformismo, autocrítica, ambición con humildad” y tiene especial cuidado por el detalle, pues “sabe que todo se puede hacer mejor y que no se puede dar nada por supuesto“.
Pero ante todo, la clave de Inditex es que “todo gira en torno al cliente” en un “mundo cada vez más volátil, pero al mismo tiempo lleno de oportunidades” en el que el grupo textil presenta una “evolución consistente y sostenida en el tiempo”, incluso durante la crisis, cuando creó “empleo de manera muy significativa”.
Inditex cuenta con ocho formatos distintos y su presidente ve en esta “estrategia multiformato” uno de los motivos del éxito, además de un “modelo de negocio” diferente y que funciona al revés del resto de compañías del sector.
Lo normal sería plantear las temporadas primavera-verano y otoño-invierno con antelación, diseñar el producto, hacerlo “en países asiáticos” y después venderlo, ha explicado.
Pero “el modelo de Inditex parte de lo contrario: lo primero es la tienda física y la online y sirven para captar lo que quiere el cliente“, y después está el diseño, siempre pendiente de las necesidades de los usuarios.
A partir de ahí, las doce fábricas que hay en La Coruña comienzan un proceso que continúa con una “logística muy eficiente que permite poner muy rápido el producto en puntos de venta” a través de dos envíos a cada punto por semana, con novedades y reposición.
“La tienda juega un papel clave. Debe transmitir lo que quiere el cliente para que se ponga en marcha toda la maquinaria y decidir qué producto se va a enviar en función de las necesidades. No queremos perder ese toque humano y que el director de la tienda se sienta dueño del producto que tiene“.
Para Isla, este es “un proceso tremendamente exigente, un no parar”, aunque reconoce que esta dinámica “se adapta directamente al mundo digital” y por eso “el desarrollo es muy fácil” porque “no altera la forma de trabajar”.
Cada vez que se abre un punto de distribución online en un país funciona igual que el resto de las tiendas, se hacen dos envíos por semana en función de las necesidades, por lo que la ampliación, que en Europa empezó en España y ahora está en Reino Unido y Polonia, apenas supone agregar un punto de distribución.
Lo mismo ocurrió en Estados Unidos, donde al principio solo había una tienda en la costa este y ahora también está en la costa oeste, y algo parecido ocurre en China, y por eso, en el mundo “es imposible verle límite al potencial“.
La empresa no tiene deuda y establece una clara “prioridad” para “el uso de la caja” que “siempre es la inversión” -1.400 millones de euros en 2014-, destinada a tiendas, con aperturas y reformas, y también a logística, centrada en la tecnología.
No olvida Isla la acción social, con diversos programas destinados a la inclusión, la vista puesta en el reciclaje y una apuesta por convertir todas las tiendas en “ecoeficientes“ en 2020.
Fuente: Negocios.com