Hace unos días leía un artículo en el que se comentaba cómo hace un tiempo que las grandes marcas están abandonando los centros comerciales de la periferia de las grandes ciudades en favor de los centros de éstas.
Desde el inicio de la crisis, muchos centros comerciales han visto disminuir la afluencia de visitantes, salvo en fin de semana. Esta tendencia ha afectado especialmente a los hipermercados, cuya cifra de negocio baja al mismo ritmo que aumentan las aperturas de otros formatos de proximidad, como supermercados o tiendas de conveniencia.
No son pocas las familias que han prescindido del segundo coche o que, ante la subida del precio de los carburantes, unido a la evolución de las maltrechas economías familiares, se han acostumbrado, u obligado, a realizar sus compras en un entorno más cercano y con mayor frecuencia. Esto ha provocado que las visitas a los centros comerciales se concentren en el fin de semana y que su propósito sea el de visitar las zonas de ocio y restauración y algunos comercios especializados de gran formato.
Este cambio de tendencia hace inviables muchos negocios, que terminan cerrando. Nos estamos acostumbrando a visitar centros comerciales con una gran cantidad de locales vacíos. La marcha de algunas grandes marcas, que funcionaban como motores de atracción de la mayoría de estos centros comerciales, para trasladarse a zonas céntricas de las ciudades, puede dar la última estocada a algunos de los centros comerciales más “tocados”.
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Fuente: Con Tu Negocio.


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