El Síndrome del anáncastico

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Mi amistad con el Dr. Manuel Álvarez Romero (Manolo para los amigos) es de hace muchos años.  Manolo, cordobés afincado en Sevilla, es licenciado en Medicina por la Universidad de Sevilla, especialista en Medicina InternaMedicina Psicosomática, hoy Psicosomatología, fue el que inició la Unidad de Medicina Psicosomática de la Clínica Universitaria de Navarra-Madrid. Promotor, miembro fundador y primer presidente de la Sociedad Andaluza de Medicina Psicosomática.

Recuerdo perfectamente nuestras conversaciones en un verano cerca de Ávila sobre los tipos de personalidad y sus trastornos. Entre ellos nos detuvimos en el perfeccionista o Anáncastico. Hicimos un índice provisional. Para eso me contó algunos casos de su consulta y me enseñó algunas cartas como ésta:

Llevo 3 jornadas indagando por Internet y cuál es mi sorpresa cuando veo en su web un pequeño resquicio de mi problema. Mi pareja está formada por dos perfeccionistas, una situación muy difícil y que requiere de paciencia por parte de los dos. Muchos pequeños detalles se convierten en competición, muchos pensamientos negativos jamás se expresan y hay continuos enfados por falta de acuerdo (traducido como apoyo por parte de cualquiera de los dos). Yo me declaro perfeccionista empedernida (bajo tratamiento…) pero me enfrento cada día a una persona que tiene los mismos fallos que yo y las mismas actitudes. Hoy día, con la competitividad que hay en el mundo laboral creo que mucha gente se está viendo afectada por esta patología, y como bien sabemos «Dios los cría y ellos se juntan». Si algún día publica algo al respecto no dude que lo enmarcaré y haré de ello mis 10 mandamientos.

A esta carta el Dr. Alvarez contestó lo siguiente:

Estimada “Perfeccionista”: Recibo vuestro correo y me he sonreído. ¿En que ciudad vivís? ¿Conocéis el libro?  Dadme ideas y sacaremos lo de Perfeccionista x Perfecionista = (Perfeccionista)2.

Esta carta es una entre muchas de las que recibe y que junto a su extensa experiencia en consulta le impulsó a escribir un libro que el Dr. Álvarez tenía en su cabeza y en multitud de notas,

Perfeccionismo y Anancasticismo son términos semejantes utilizados en psicopatología, uno y otro, por sectores profesionales diferentes. Lo anancástico encaja mejor en el ámbito de la Psiquiatría mientras que el perfeccionismo resulta más familiar en el mundo de los psicólogos.. Sobre este interesante tema aconsejo un libro: “El síndrome del perfeccionista: El anancástico. Cómo superar un problema tan común y devastador”, de Manuel Álvarez Romero y Domingo García-Villamisar. Editorial Almuzara.

Se trata de un excelente libro de autoayuda, centrado en el conocimiento, la identificación y el tratamiento del síndrome perfeccionista, habitualmente asociado a una personalidad obsesiva o anancástica de base, desde la perspectiva cognitivo-conductual.

Los autores revisan los antecedentes bibliográficos actualmente existentes sobre el perfeccionismo, y lo describen en sus tres dimensiones básicas: el orientado hacia uno mismo, el orientado a los demás y el prescrito socialmente. Asimismo refieren las características diferenciales del perfeccionismo positivo, adaptativo o sano, y el negativo, patológico o desadaptativo, así como sus principales manifestaciones clínicas. De especial interés son los contenidos sobre la dinámica psicopatológica del perfeccionista en su ciclo vital.

Se puede llegar a ser un perfeccionista a través de la presión ambiental, la cultura, los compañeros, los profesores, el trabajo o la actividad que uno realiza. Pensemos, por ejemplo, en la influencia que ejercen los medios de comunicación en la necesidad de una imagen perfecta del cuerpo, a través de los anuncios, los modelos de publicidad, etc. A veces, la influencia de un profesor perfeccionista puede motivar un estilo de aprendizaje nocivo que induce a ciertos alumnos a un aprendizaje perfeccionista.

El paciente anancástico sufre, y mucho, sobre todo, a largo plazo. Es más, su sufrimiento tiene como base fundamental la conflictividad, el reto, la frustración, el enfado. Y bien es sabido que estos modelos de dolor generan un elevado nivel de ansiedad y angustia que acaban desgastando y rompiendo el equilibrio estable en el sistema emocional del sujeto.

Algunos artículos sobre este y otros temas muy interesantes del Dr. Alvarez los puedes ver: Artículos Pacientes | Consulta Dr. Álvarez (psicosomatica.net)

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