Ni en sueños – más bien, pesadillas – me he visto emprendiendo. Pero la vida, más lista que cualquiera de nosotros, te va llevando por caminos que jamás imaginaste. Y yo soy de los que me gusta disfrutar el camino, así que, en eso estamos.
Siempre he sido empleado porque a eso me enseñaron – en casa y en la educación. Pero ya soy “senior” y el mercado laboral nos “invita” a ganarnos la vida por nuestra cuenta… y he decidido aceptar la invitación. Comenta Fernando Elvira en este blog que una semana le bastó para encontrar un nuevo rumbo. Yo ya llevo varios meses y sigo en ello, en plena catarsis personal y profesional. Por algún motivo que no alcanzo a comprender me siento irracionalmente optimista, imaginándome sumergido en mundos desconocidos… como el del emprendimiento.
Residí en México por 4 años y trabajé como comercial en el sector educativo. Las ventas me parecen una Profesión, sí, con mayúsculas. No conozco nada que te empuje a salir de tu zona de confort de tal magnitud. Autoconocimiento, crecimiento personal y un máster en psicología humana, ahí es nada. De regreso a Barcelona, tras 22 años por el mundo, las circunstancias me llevan a reconstruir mi vida… Llego a la conclusión de que solo hay una manera: salir de mi zona de confort, una vez más.
Me pongo a practicar el networking – no soy antipático, para nada, pero lo de hacer relaciones nunca ha sido mi fuerte, o eso creía… – y empiezan a pasar cosas muy bonitas y significativas. Se me ha ocurrido montar una “tiendecita” en LinkedIn para vender cursos de IA (Arti). He pagado un pastón por un curso de ventas, me tengo que registrar como autónomo y la Seguridad Social ya me espera a que pase por caja, sin haber facturado un céntimo. Todo negocio requiere de inversión, te dices.
También he apreciado que la generosidad es una gran manera de afrontar cambios o retos vitales de calado, ya que te permite enfocarte en los demás, lo que tiene el efecto paliativo de poner tus dudas existenciales en un segundo plano. Apenas estoy aprendiendo el arte de ser generoso; de momento, le pongo actitud, seguro que mejoraré con la práctica.
Me gustaría pediros que echéis un vistazo al perfil de Esther Martínez Saladié. Como otros muchos casos, es una profesional espectacular que anda en búsqueda de un puesto de trabajo donde seguir poniendo su gran talento al servicio de la sociedad.
Escribo por primera vez en un blog en mi más de medio siglo de vida, no puedo dejar pasar el dar las gracias a José Miguel Ponce por darme la oportunidad de expresarme en su blog. Hace pocas semanas que nos conocemos, pero ya me inclino a llamarle amigo. Alguien que te ofrece su tiempo, lo más valioso que tenemos, pues bien merece tratarse como tal. Se le ocurrió “pedirme” una botella de cava catalán, pero le indiqué que nada de envío por correos, que se lo voy a llevar a Sevilla yo mismo. Ahora ya queda por escrito, así que el compromiso es firme, y tiene como testigos a los lectores y las lectoras de este hermoso lugar.
Leí no sé dónde que la aventura puede ser loca, el aventurero no. Me identifico totalmente.
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Estoy seguro de que la experiencia y el aprendizaje prometen ser cautivadores. ¡Allá vamos!
Pedro Antonio Moya Sánchez