Falleció serenamente esta mañana a las 9,34 en su habitación en la casa Mater Eclesia. Iba a cumplir en abril 96 años. El lunes 26 se puso especialmente grave y el miércoles 28 los médicos se lo comunicaron al Papa Francisco que pidió oraciones por su salud.
En las próximas horas sus restos se trasladarán a la Basílica de San Pedro y a partir del 2 de enero será`posible visitar por los fieles la capilla ardiente.
Los medios de comunicación están dando la noticia haciendo entrevistas y análisis de la figura de este Papa gran teólogo y pastor.
En estos momentos que acabo de conocer la triste y esperada noticia solo quiero compartir mi dolor como católico. Pienso que su influencia en este siglo es sin duda especial. Personalmente, me ayudó mucho su encíclica sobre la Razón y Fe. Era un auténtico universitario, un pensador, un gran teólogo. A la vez reflejaba una unión con Dios y una vida de piedad ejemplar.
Recuerdo una anécdota. En el coloquio de una conferencia universitaria, le hicieron una pregunta. Se quedó pensativo y contestó: perdone que no responda a su pregunta, pero esa cuestión no la he pensado todavía.
Su vida ha estado marcada por la humildad, su espíritu de servicio y una defensa de la razón y de la fe como luz. Redactó el Catecismo de la Iglesia Católica. También tuvo un papel clave en el Concilio Vaticano II.
Aconsejo consultar este enlace donde se recopilan artículos significativos sobre Benedicto XVI: https://lnkd.in/dvp_9wa9
Desde aquí pido oraciones por su alma y sugiero el análisis pausado de lo que se vaya publicando sobre su pensamiento y legado.
Ver también: Benedicto XVI, un Papa de gran dimensión humana