¿Infeliz año nuevo?

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“El crecimiento económico parece depender del talante anímico de los productores y consumidores”

 

Este es el texto que aparece debajo del artículo de opinión ¿Infeliz año nuevo? Se ha publicado en el Diario de Navarra y su autor es el sociólogo Alejandro Navas

Te selecciono algunos párrafos, pero te aconsejo que para conocer su contenido y reflexionar sobre sus consecuencias debes leer el artículo completo. A mí me ha ayudado a entender algunas cosas que le pasan a los jóvenes y a comprender algunas tendencias sociales.

El Instituto Demoscópico Allensbach (IfD), fundado en 1947, es uno de los centros de estudios sociológicos más famosos de Alemania. Desde 1963 realiza cada mes de diciembre una encuesta sobre el ánimo con el que la población alemana afronta el nuevo año. Los resultados correspondientes a diciembre de 2023 son los más negativos de la historia: tan solo el 16 % de los encuestados se declara satisfecho con la situación actual, mientras que el 72 % se siente infeliz y encara el 2024 con temor. Los que consideran que vivimos en tiempos inseguros eran el 45 % en 2019, el 68 % en 2022 y el 76 % en 2023…
(…) Más allá de medir el estado de ánimo de la gente, el informe de Allensbach tiene una particular relevancia para la economía y, por extensión, para el conjunto de la sociedad: la experiencia de estos decenios confirma que el desarrollo de la economía de cada año refleja fielmente la expectativa formulada en el diciembre anterior…
(…) Una vez más, comprobamos que la actitud previa suele determinar en buena medida el resultado de nuestro comportamiento, y esto vale tanto para las acciones menudas de la vida cotidiana como para el ámbito macrosocial. El crecimiento económico parece depender del talante anímico de los productores y consumidores.
(…) Las doctoras explican las razones del malestar juvenil: “Intervienen diversos factores, como los años de pandemia, los medios sociales, la presión para triunfar en el estudio o en el trabajo, la falta de ejercicio físico, los trastornos alimentarios, el rechazo al propio cuerpo. A eso se añade la situación del mundo en general: guerras y crisis por doquier. Los jóvenes de hoy se sienten desbordados, sin un apoyo que dé seguridad a sus vidas…
(…) A la vez, se debilitan los factores tradicionales de resiliencia como el apoyo de una familia estable, la comunicación interpersonal cara a cara y la existencia de un sistema de valores compartidos. Ante una situación tan compleja, las mujeres caen fácilmente en depresión, mientras que los varones tienden a mostrar reacciones agresivas…
(…) Acumular títulos académicos -grados y posgrados- no asegura el acceso a un trabajo bien remunerado. Pensar en fundar una familia y acceder a una vivienda digna suena a utopía. Cuando el futuro se vuelve incierto, incluso amenazador, el joven se recluye en el presente. El carpe diem se convierte entonces en la pauta que orienta tantas conductas adolescentes…
(…) No tengo la solución a tanto problema, pero mi respuesta es sencilla: si el sistema implosiona, como la vida no se va a extinguir en el planeta (al menos a corto plazo), vosotros, los jóvenes, tendréis que trabajar para levantar un nuevo mundo, probablemente con otras reglas. La tarea suena ímproba, pero afortunadamente hay una minoría de jóvenes muy bien preparada, seguramente la mejor formada de la historia, que deberá liderar ese proyecto.
Artículo publicado en el Diario de Navarra

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