La comunicación basada en imágenes es una nueva manera de transmitir mensajes. La gente ya no lee ni razona. Solo mira. Si no hay fotos no se lee. Por eso el auge de las redes sociales, donde con una frase y una foto o vídeo te transmiten toda una apología sobre un tema concreto. Es la nueva forma de “adoctrinar”.
Pues bien. Según se usen estas redes sociales y según el mensaje que se transmita, esta nueva forma de comunicación puede servir para dar a conocer el bien, la belleza y la Verdad. Sin embargo, lo que predomina es la transmisión de lo malo, lo feo y la mentira.
Eligiendo como protagonista a la Familia, nos encontramos que seguimos siendo moneda de cambio, un producto que se manipula para divulgar, por ejemplo, la “engañosa” diversidad familiar.
Las familias numerosas no queremos dejar de transmitir nuestra manera de entender la familia y la vida. De querer contagiar nuestra alegría y belleza por los numerosos hijos y de como manejamos y organizamos nuestra vida con tanto jaleo y sacrificio.
Lo que pasa es que, como nos usan de moneda de cambio, también utilizan nuestros testimonios para difundir que la familia de padre y madre ha quedado obsoleta, que las familias con muchos hijos son imposibles, que la pobreza es la bandera de las familias que se atreven a tener más hijos y que si quieres ayudas, tendrás que ceder libertad y la potestad como padres.
Por ello, las imágenes de familias numerosas son solo dignas de elogio cuando reclaman ayudas y visibilizan que sin estas no llegarían a final de mes, que sin becas y bonificaciones no podrían alimentar a sus hijos o llevarlos al comedor del colegio o tener una vivienda digna en propiedad o alquilada, o
Así y solo así, con pobreza por medio, se valora positivamente a estos padres valientes que tienen un hijo más a pesar de los pocos medios o recursos materiales. Se valora en positivo y con elogios y se contrapone la imposibilidad de muchos de tan alto sacrificio. “Yo no puedo casi con 1 hijo. Veo imposible tener 6 sin ser millonario…”
Y aquí viene lo bueno. Si la imagen de la familia no muestra pobreza o vulnerabilidad, si no reclaman becas para poder dar a sus hijos lo básico, … te tachan de cretinismo, de bajeza moral por divulgar que solo con mucho dinero se puede ser feliz, de ofender al que no puede, de proclamas de tiempos pasados…
Y esto, propagar la idea de que los hijos son solo para ricos y que una familia numerosa, las de categoría especial con 5 hijos o más, por ser ricos, no deben ser la imagen de la bondad, de la belleza ni de la verdadera familia.
Deben estar ocultos, avergonzados y pagar esta desfachatez de poder tener hijos con el supuesto dinero que les sobra.
Así, la prestación universal por hijo que aboga el nuevo ministro de Derechos Sociales, D. Pablo Bustinduy, dice eso. Que las rentas altas deberán cubrir la prestación para las familias con rentas bajas. Muy universal esta propuesta del Proyecto de Ley de Familias, actualmente en trámite de plazo de enmiendas desde el 18 de marzo de 2024. Un detalle que demuestra que el “requerimiento de urgencia” que evidencia la aprobación de decretos-leyes en Consejo de Ministros es una mentira más del sistema.
Otra ofensiva a la familia numerosa se destapa desde el organismo de Comunicación del partido que lidera este gobierno actual. Más concretamente, desde la dirección de Comunicación del Psoe que gestiona D. Ion Antolín. Un claro referente de la lucha obrera sindicalista marxista. Un pobre señor al que le pagan para fomentar, entre otras cosas, la imagen de la familia numerosa vulnerable. Para que así y solo así esta forma de convivencia familiar sea aceptada por la nueva sociedad formada por la “diversidad familiar”.
Pero, por supuesto, bautizándola con otro nombre. El de familias con mayores necesidades de apoyo a la crianza. Que es el nombre con el que se señala la vulnerabilidad económica o pobreza como señal distintiva.
¿Cómo enfrentar este combate por la bondad, la belleza y la verdad de la familia sin estos estigmas ideológicos y adoctrinadores de una nueva sociedad pobre y esclavizada a las órdenes del poder sumiso a pretensiones globalistas?
Ya no hay tiempo de resistencia que valga. La firmeza debe traducirse en fortaleza para hacer frente. Contraataque. ¿Cómo?
Construir o reconstruir la alternativa a todo este desorden, caos y confusión. Dejar de apagar fuegos y construir un verdadero cortafuegos. Una vereda donde poder caminar por el “sendero justo”. El camino que nos lleva a la verdadera felicidad, no la codiciosa que te hace pedir siempre más.
Reivindicar el valor de la familia numerosa por lo que aporta, que no son solo hijos que cotizan. No reclamar tanta ayuda material que se vuelve limosna insuficiente y efímera, que además esclaviza. Sino reclamar el sitio de la familia numerosa como tal. A través de políticas públicas y de medidas y disposiciones legislativas -por ejemplo-, que fomenten, promocionen, defiendan, protejan y premien a la familia numerosa. La familia, que es anterior al estado, debe ser protegida y amparada por el estado y frente al estado.
Sigamos testimoniando a la familia numerosa con el ejemplo vivo de cada día, en las calles, en las plazas, en los lugares de trabajo y de ocio, en los púlpitos y en los escaños, en los medios de comunicación y en las redes sociales. Saber esquivar los ataques, no caer en los engaños manipuladores y defender y propagar la bondad, la belleza y la verdad de la Familia. Sin arrogancia del que se cree mejor, pero sin desprecio de lo que creemos justo, bello y verdadero.
María Menéndez | Presidente Asociación Familias Numerosas de Madrid
Artículo publicado en Adelante España