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Este año, como un año más, hemos vuelto a contar con la iniciativa “la fiesta del cine” que tiene como fin atraer a los espectadores a todas las salas del país. Repitiéndose la tendencia alcista, esta edición (octubre 2016) ha congregado 2,6 millones de espectadores en 3 días. Cifra que ha rebasado los 2 millones de espectadores de objetivo mínimo, superando el record de 2014 que situaba la demanda en 2,25 millones de espectadores.

Muchos se preguntan, ¿por qué el cine recibe menos espectadores año tras año?

La industria cinematográfica lleva años escuchando críticas. Según una encuesta realizada estos días, el problema principal que hace que los consumidores no vayan a ver películas son los precios de las entradas. Es por ello por lo que muchos espectadores piden que esta “fiesta” se celebre más a menudo al encontrarnos un ahorro de unos 6€ en comparación con un día normal. Aun así, el cine en España cuesta menos que en otros países como Francia o EEUU. Además, dentro de nuestro país hay servicios que cuestan mucho más como un concierto (un precio medio de 12,6 €) o un partido de futbol (más de 70 €). No obstante, los consumidores juzgan a la industria desde un desconocimiento del precio real del servicio dado. Por lo tanto, hay que preguntarse, ¿a dónde va a parar el precio de una entrada?

El precio de una entrada

Basándonos en un precio medio de 8€, considerándolo una entrada estándar y no una en 3D que puede irse a los 10€, distinguimos:

  • 21% de IVA que va a parar al Estado, es decir, 1,68€. Este porcentaje es uno de los más elevados.
  • 3% va a parar a las sociedades de autores o lo que es lo mismo, 0,24€ del precio de la entrada.

Las siguientes cifras son aproximadas puesto que pueden variar en función de las negociaciones.

  • El exhibidor (la sala del cine) recibe un porcentaje aproximado del 35%. Una cifra aproximada de 2,8€.
  • El resto de usuarios que intervienen (productores o distribuidores) se llevan el 41%. 3,28€ que su mayoría van a parar a la distribuidora.

En relación con lo comentado anteriormente, creo que esta iniciativa es un buen método de atracción de consumidores, pero es una iniciativa insostenible en un largo periodo de tiempo. Si los espectadores quieren estos precios a lo largo del año es necesario reducir el IVA puesto que el resto de porcentajes están ya bajados. Así, “tal vez habría que hacer un trabajo de marketing para transmitir a los espectadores los precios reales” Ramón Colom, presidente de FAPAE”. Por lo tanto, “el precio medio actual es razonable y no creo que baje mucho, pero esa percepción del público es real y nos toca a nosotros trabajar para mejorarlo, aunque una entrada a precios muy reducidos no sería sostenible” Gómez Fabra.

Daniel José Copa, alumno de Marketing de Servicios

Fuente: El País.