La instrumentalización del sufrimiento

La guerra entre Israel y Gaza ha vuelto a desgarrar el corazón del mundo. El sufrimiento de miles de inocentes, especialmente mujeres y niños, nos interpela como creyentes, como ciudadanas, como mujeres comprometidas con la dignidad humana. En medio del caos, la fe se convierte en refugio, y la compasión, en camino.

Las mujeres cristianas, especialmente las católicas, están presentes en esta tragedia no desde los despachos, sino desde los pasillos de hospitales, las aulas improvisadas, los templos que aún resisten. Son religiosas, voluntarias, madres, cuidadoras. No buscan protagonismo, sino servir. Su testimonio silencioso es una luz en medio de la oscuridad.

Desde España, el Gobierno ha adoptado una postura que, aunque revestida de humanitarismo, no está libre de ideología ni de cálculo político. Como mujeres cristianas, no podemos aceptar que el dolor de los pueblos se utilice como herramienta partidista. La paz no se decreta desde arriba. Se construye desde abajo, desde la verdad, la justicia, la oración y el compromiso real con la vida.

En el Foro Mujer Sociedad, creemos que la voz femenina debe estar presente en los grandes debates, pero no para repetir consignas, sino para ofrecer una mirada espiritual, ética y profundamente humana. La paz que defendemos no es la que se negocia en mesas de poder, sino la que se cultiva en el corazón de cada mujer que elige amar, cuidar, perdonar y resistir.

Hoy más que nunca, necesitamos mujeres que hablen con firmeza, pero también con fe. Que denuncien la injusticia, pero sin odio. Que propongan caminos de reconciliación, sin caer en la ingenuidad ni en la indiferencia. Porque cuando las mujeres cristianas se unen, no solo rezan: transforman el mundo desde dentro.

La paz verdadera no es fruto de la política, sino del alma. Y en tiempos de guerra, las mujeres creyentes son las que sostienen la esperanza.

FORO MUJER SOCIEDAD

comunicacion@foromujersociedad.com

Artículo publicado en EL CONFIDENCIAL DIGITAL

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