Capaz de hacernos vivir una ilusión como si fuera real y prometiéndonos una experiencia extraordinaria sin salir de la rutina, la realidad virtual se perfila como la nueva tendencia en creación de contenidos, como ya están demostrando marcas como Audi, Solvia, Marvel o Pepe Jeans. Pero existe un sector donde esta tecnología adquiere todo su sentido, el del turismo: poder ofrecer un aperitivo del viaje ayudará, y mucho, a alimentar el deseo de prolongar esa experiencia.
El hábitat natural durante los primeros años de investigación ha sido el campo experimental de los videojuegos, donde ya es posible sumergirse en el juego y tener una vivencia virtual extraordinaria. ¿Por qué no aplicar esto a las distintas fases del viaje? Se ofrecería así laposibilidad de probar antes de comprar, como ocurre con los productos de consumo.
Gracias a la realidad virtual hoy ya es posible que el potencial cliente sea teletransportado a lugares increíbles ofreciendo una vivencia de inmersión completa, con visión 360º y sonido, nada que ver con los tímidos intentos llevados a cabo hasta la fecha a través de visitas virtuales a museos y monumentos. No hablamos de verlo en una pantalla, como pueda ser el interesante proyecto Camino 360º, hablamos de vivirlo de verdad. De este modo, es posible viajar al destino antes del viaje, visitar el hotel o incluso bucear los fondos marinos ayudados del casco Nautilus VR que incorpora un tubo de respiración y que requiere la inmersión en una piscina para mayor sensación de realismo.
Los expertos coinciden en señalar que la realidad virtual llega para quedarse, que se trata de algo disruptivo que va a cambiar por completo el escenario de la creación de contenidos. Las grandes compañías como Microsoft, Facebook o Google ya trabajan en dispositivos que faciliten este tipo de experiencias, y el marketing turístico debe permanecer muy atento a cada paso
que se dé en esta dirección.
que se dé en esta dirección.
Al extraordinario potencial que tiene poder realizar un viaje virtual hemos de sumar que la experiencia en sí misma resulta divertida, lúdica y asombrosa, lo que dota de mayor atractivo a esta técnica aplicada al marketing, ya que quienes realicen un viaje virtual asimilarán la buena experiencia al servicio que es objeto de la venta, incrementando las posibilidades de adquisición por parte del consumidor.
Ya existen algunos actores del sector turismo que han llevado a cabo acciones de marketing enmarcadas en el ámbito de la realidad virtual, como el aeropuerto de Estocolmo, que, mediante el conocido como “Climate Portal” permite a los viajeros experimentar la climatología del lugar de destino.
Un paso más allá vendrá de la mano del turismo social virtual, momento en el que un viajero pueda mostrar en las redes sociales su vivencia en tiempo real y ésta pueda ser vivida, a su vez, por cualquiera de sus amigos o seguidores. Será ésta una experiencia tangible, no predeterminada, de gran potencial para las empresas del sector si encuentran la manera de influir en la experiencia de consumo. ¿Y si la cámara fuera portada por un dron que el usuario pudiera controlas con la dirección de su mirada?. El futuro acecha y un mundo infinito de posibilidades se abren al marketing turístico.
Fuente: Kanlli