Un interesante estudio publicado recientemente afirma que el 40% de los españoles estarían dispuestos a pagar más por consumir productos de empresas socialmente responsables. Esto desmonta dos mitos: que el precio es lo único que importa y que la responsabilidad social corporativa no es percibida positivamente por el consumidor final.

La responsabilidad social corporativa o RSC (también llamada responsabilidad social empresarial,  RSE) es el conjunto de acciones que una empresa realiza para ayudar o favorecer al entorno social en el que opera.  Se trata de acciones culturales, medioambientales, de ayuda a personas desfavorecidas o con necesidades especiales, etc.

Muchas empresas quieren presumir de ser socialmente responsables cuando no lo son.  La responsabilidad social corporativa no es sólo cosa de donaciones a ONGs,  sino que empieza por el cumplimiento de estándares éticos dentro de la empresa, sobre todo en la relación con sus trabajadores: conciliación de la vida familiar y laboral,  integración de personas discapacitadas,  igualdad entre hombres y mujeres, salarios justos… Difícilmente puede ser creíble que una empresa aplique criterios de responsabilidad social corporativa si no empieza por sus propios empleados, de hecho hay normativas (voluntarias) para certificar que esto es así.

Dicho esto, una empresa puede ser solidaria y seguir sin ser socialmente responsable. Son legión las empresas de eCommerce que en su carrito de la compra ofrecen la posibilidad de pagar un poco más para donar ese dinero a una causa solidaria. Eso está muy bien, pero no es responsabilidad social corporativa. De hecho, en muchos casos ni siquiera es ser estrictamente solidario, ya que es el cliente quien tiene que hacer la donación, actuando la empresa de mero canal recaudador. Como mínimo, esas empresas que ofrecen al cliente hacer una donación a través de su compra (usualmente añadiendo uno o dos euros al total), deberían comprometerse a hacer lo mismo, algo que en muchos casos no se ve por ninguna parte. Eso empezaría a parecerse…

Sea como sea, la responsabilidad social corporativa coge fuerza como un elemento muy valorado en la mente de los posibles clientes, además de ser una importante vía de mejora de la reputación online.  La RSC está muy vinculada a la transparencia, otra de las grandes exigencias que el consumidor de hoy, con todo internet a su disposición para informarse.

Eso de la responsabilidad social corporativa es cosa de los grandes, ¿no?

Pues no. Puede pensarse que una gran compañía dispone de más posibilidad de dedicar recursos a las acciones de RSC, pero no olvides que son muy pocas las que están dispuestas a adquirir los compromisos éticos internos que la responsabilidad social corporativa conlleva. Por eso hay muchas grandes corporaciones que optan por vender una versión ‘light’ de la RSC basada en las donaciones a ONG para proyectos solidarios. Loable, sin duda, pero no suficiente para ser consideradas empresas socialmente responsables.

Sigue leyendo el artículo completo.

Para más información leer en el blog de Antonio Argandoña: «Responsabilidad social en la era digital«