El martes 29 de octubre una inundación provocada por una DANA arrasó municipios del área metropolitana de Valencia y Castilla-La Mancha. En cuestión de horas, las calles de localidades como Paiporta, Torrent o Picanya y otros muchos municipios se convirtieron en el escenario de una tragedia de barro que se ha cobrado ya más de 200 víctimas mortales y que ha dejado sin negocios, viviendas y vehículos a muchas familias.
Pero, tras la desgracia, llegó una oleada de ayuda ciudadana sin precedentes. Voluntarios de toda España llegaron armados de palas y para embarrarse hasta donde hiciera falta con tal de aportar un grano de arena a la recuperación material de la zona y, sobre todo, al consuelo de los afectados.
La solidaridad es joven
Un mes después de la tragedia, los pueblos afectados siguen recibiendo cada día y cada fin de semana a cientos de jóvenes dispuestos a no abandonar la tarea de acompañar a las víctimas hasta la recuperación completa de sus vidas. Voluntarios, muchos de ellos católicos, organizados gracias a grupos de pastoral de las diócesis, movimientos y realidades de la Iglesia, asociaciones juveniles y centros de universitarios del Opus Dei.
Es un auténtico ejército de jóvenes que desfila cada día hacia el barro “a cambio de nada” y que está consiguiendo que “olvidemos en algo lo malo que ha pasado”, asegura un matrimonio afectado que ha ido recuperando su casa gracias a la ayuda de un grupo de voluntarias del Colegio Mayor Saomar.
Queremos agradecer y homenajear a todas las personas que han ayudado a los afectados por la Dana y honrar a todas las víctimas, con este documental (dura 19 minutos):
Así lo cuentan https://opusdei.org/es-es/article/doc…