Conocimientos de idiomas, escaso acercamiento al mundo empresarial y fomento de la inteligencia emocional son algunos de los déficit de las universidades españolas. Aunque los reclutadores aprecian su calidad coinciden en que no cubren sus necesidades profesionales.
Cazar al mejor profesional es el objetivo que persiguen todas las empresas, pero en el caso de las españolas, parece que las universidades no cumplen todas sus expectativas para hacer frente a este desafío. Begoña Rey, directora de talento, selección y formación de DHL Supply Chain, reconoce que «los centros extranjeros han sabido adaptar sus programas formativos a la realidad de las organizaciones con una formación más práctica que la universidad española, o incluso con carreras específicas que aquí no existen, por ejemplo la Logística«.
Los directores de recursos humanos echan de menos esta especialización que apunta Rey en la formación de los recién titulados que incorporan a sus plantillas. Es una opinión que corrobora la Encuesta Global de Empleabilidad, un informe elaborado por la consultora francesa Emerging y el instituto de estadística alemán Trendence, que analiza cuáles son las universidades más valoradas por 2.500 reclutadores en 20 países diferentes y cómo valoran a estos centros.