Las metas que tenga un estudiante en relación a sus estudios pueden ejercer una influencia muy importante en su nivel de aprendizaje y en su motivación para aprender, y estableciendo metas apropiadas puede aumentar tu rendimiento.
Estas metas pueden ser muy diferentes de las que los profesores tienen para sus alumnos. Es decir, los profesores pueden plantearse como metas para sus alumnos que aprendan y sean capaces de utilizar lo aprendido, mientras que las metas de los estudiantes pueden ser no solo diferentes a las de los profesores sino también múltiples y variadas. Por ejemplo, las metas de los estudiantes podrías ser una o varias de las siguientes: aprender, aprobar los exámenes para pasar de curso, conocer gente nueva en clase y hacer amigos, pasarlo bien, demostrar a los demás lo inteligente que es, ganar reconocimiento de los demás, etc. Las metas son muy importantes porque son las que definen aquello para lo que estamos motivados. Es decir, si tu meta es hacer amigos, estarás muy motivado para realizar actividades que te ayuden a alcanzar esa meta. Por tanto, las metas dirigen una serie de acciones y conductas.

Cuando la meta es el aprendizaje en sí mismo, es decir, la adquisición de nuevos conocimientos para saber más, los estudiantes no solo aprenden más, sino que también se esfuerzan por comprender mejor, buscan ayuda cuando la necesitan, persisten más ante las dificultades y se sienten más cómodos con los retos y obstáculos que puedan encontrarse porque los ven como desafíos estimulantes.

La evitación del trabajo como meta

Algunos estudiantes tienen como meta lo que podemos llamar la evitación del trabajo. Esto significa que su meta principal consiste en terminar las tareas lo antes posible y con el menor esfuerzo posible. Estos estudiantes tienen poco interés por aprender y se sienten desanimados y apartados del resto de los estudiantes, como si no formaran parte del grupo de alumnos.

 

Por tanto, si quieres tener éxito en tus estudios, debes tener claras cuáles son tus metas y si algunas de esas metas te están perjudicando en los estudios (como sucede con la meta de la evitación del trabajo). Ten en cuenta que eres tú quien elige y decide qué metas deseas plantearte y siempre puedes buscar algunas que te ayuden a rendir mejor y sacar mayor provecho del hecho de ir a clase.

Tener varias metas a la vez

En general, la motivación para hacer algo es mayor cuando satisface varias metas a la vez. Por ejemplo, imaginemos que te has planteado estas tres metas: aprender, hacer amigos e implicarte en una actividad estimulante. En este caso, tendrás una mayor motivación si, por ejemplo, entras a formar parte de (o creas) un grupo de estudios que te permita satisfacer todas estas metas al mismo tiempo. O bien, puedes proponerte participar en un proyecto grupal relacionado con el curso que también te permita satisfacer estas tres metas a la vez. De este modo, sentirás una gran motivación para realizar esa actividad, lo cual, a su vez, favorecerá tu aprendizaje.