Los fundadores de startups con éxito se enfrentan tarde o temprano a un dilema: quieren crecer, salir a nuevos mercados y comerse el mundo. Pero al mismo tiempo, aunque no lo quieran reconocer, están convencidos de que ellos y ellas son insustituibles. Y ahí atan un nudo gordiano al negocio que, o bien limita sus posibilidades de escalar, o bien termina afectando a su salud y a sus relaciones porque la empresa se lleva todo por delante.
En mi experiencia trabajando para fundadores de negocios con potencial, sólo aquellos que aciertan a traducir sus modos de hacer personales en cultura, y además, la explicitan, logran ampliar las fronteras de la empresa. Porque llega un punto en el que los fundadores no pueden seguir llevándolo todo. Y la transición a nuevos líderes en la gestión, inevitable cuando se crece, es muy difícil.
El proceso de trabajo de un deck cultural requiere analizar las motivaciones, el estilo personal y los modos de hacer del equipo fundador. Verificar que lo que ellos quieren se aplica de verdad. Y así, depurados por la realidad, esos modos de hacer se convierten en cultura, permiten a los fundadores despegarse de la microgestión, y facilitan que quien llega a la empresa perciba rápidamente cómo funciona.
El caso de Amazon
Hace unos días leí una entrevista con Beth Galletti, responsable de Relaciones Humanas (ojo al nombre que han dado a este departamento) en el gigante del e-commerce. Una de las muchas cosas que cuenta es cómo la empresa se ha multiplicado por seis desde que ella se hizo cargo de la contratación. Amazon tiene ahora un 50 por ciento más de empleados que el resto de los GAFA (Google, Apple y Facebook) juntos.
¿Cómo se puede gestionar la incorporación del equivalente a la población de Zaragoza en tan escaso plazo? Con un documento que objetive los principios culturales: el sistema operativo de Amazon. Bezos empezó una primera redacción con 5 en 1998, pero con el tiempo el número de principios ha ido creciendo.
Esta es la formulación actual:
1. Obsesión por el cliente
Los líderes empiezan por el cliente, y trabajan para atrás haciendo que pase. Ponen todo su empeño en ganarse su confianza y mantenerla. Aunque los líderes se fijan en la competencia, lo que les obsesiona son los clientes.
2. Responsables y comprometidos
Los líderes tienen mentalidad de dueños. Tienen visión de futuro y no sacrifican los valores a largo plazo por resultados inmediatos. Actúan en nombre de toda la compañía, sin limitarse a su propio equipo. Los líderes nunca dicen “eso no es de mi incumbencia”.
3. Inventan y simplifican
Los líderes esperan y demandan innovación e ideas nuevas por parte de sus equipos y siempre encuentran maneras de simplificar. Se mantienen informados de lo que ocurre a su alrededor, buscan nuevas ideas en todas partes y no están limitados por el “no lo hemos inventado aquí”. Al ser innovadores, aceptan que pueden ser incomprendidos durante mucho tiempo.
4. Tienen razón, muchas veces
Los líderes tienen razón muchas veces. Actúan con un criterio claro de negocio y tienen buenos instintos. Buscan perspectivas diferentes y ponen empeño en cuestionar sus propias creencias.
5. Aprenden y fomentan la curiosidad
Los líderes nunca lo dan todo por aprendido y siempre tratan de hacerlo mejor. Muestran curiosidad por conocer y explorar nuevas posibilidades.
6. Contratan y hacen crecer a los mejores
Los líderes elevan el nivel de la empresa con cada contratación y promoción. Reconocen el talento excepcional y fomentan su movilidad dentro de la organización. Los líderes desarrollan nuevos líderes y actúan como mentores de los demás. Trabajamos en nombre de nuestros equipos para crear mecanismos que les permitan desarrollarse profesionalmente como “Career Choice”. (N. del T. Career Choice es un programa de formación permanente de Amazon, explicado aquí).
7. Insisten en los estándares más altos
Los líderes mantienen siempre los estándares más altos, aunque puedan parecer exagerados o imposibles. Suben el nivel continuamente y llevan a sus equipos a obtener productos, servicios y procesos de alta calidad. Los líderes se aseguran de que los defectos no se extiendan y de que los problemas se resuelvan de forma definitiva.
8. Piensan a lo grande
Pensar en pequeño se traduce en resultados pequeños. Los líderes crean y transmiten retos audaces que inspiran resultados. Piensan diferente y se anticipan a las necesidades de los clientes para encontrar nuevas maneras de darles un mejor servicio.
9. Inclinación a hacer
En los negocios, la velocidad importa. Muchas decisiones y acciones son reversibles y no necesitan un análisis exhaustivo. Valoramos la toma calculada de riesgos.
10. Austeridad
Los líderes logran más con menos. Las limitaciones fomentan el ingenio, la innovación y la autonomía. No se premia incrementar el tamaño de los equipos, del presupuesto o los gastos fijos.
11. Se ganan la confianza de los demás
Los líderes escuchan atentamente, hablan con franqueza y tratan a los demás con respeto. Son abiertamente autocríticos, incluso si esto los pone en una situación incómoda o vergonzosa. Los líderes son conscientes de que son humanos y de que sus cuerpos no emiten olor a perfume. Los líderes se miden a ellos mismos y a su equipo con los mejores.
12. Van al fondo
Los líderes operan en todos los niveles, están informados de todos los detalles, siguen el progreso del trabajo con frecuencia y se muestran escépticos cuando las métricas y lo que se dice difieren. No hacen ascos a ninguna tarea por menor que parezca.
13. Tienen determinación; discrepan y se comprometen
Los líderes están obligados a cuestionar las decisiones de forma respetuosa cuando no están de acuerdo, aunque sea incómodo o agotador. Los líderes muestran determinación y tenacidad. No ceden en su posición solo para lograr la armonía en su equipo. Cuando se toma una decisión, se comprometen del todo.
14. Obtienen resultados
Los líderes se centran en los elementos clave de su cometido y obtienen resultados de calidad lo antes posible. A pesar de las dificultades, procuran estar a la altura de las circunstancias y nunca se rinden.