Los móviles son para el verano: ¿desconexión o sobrecarga digital?

Había una vez una película llamada “Las bicicletas son para el verano” (1)… Hoy parece que el título más adecuado sería: “Los móviles (celulares) son para el verano” (2).

Cuando se supone que deberíamos descansar de ellos… todo se convierte en más uso, más dependencia y menos desconexión.

El verano, con esas merecidas vacaciones, debería ser oportunidad de:

  • Más tiempo libre.

  • Playa, piscina y juegos de mesa.

  • Lecturas de verano (según estudios, la franja de edad entre 14 y 24 años es la que más lee en España).

  • Una pausa para nuestro cerebro ajetreado el resto del año.

Sin embargo, las estadísticas dicen otra cosa.


El uso del móvil en verano: datos que preocupan

  • El uso del móvil crece un 30% en vacaciones. En adultos, en alguna franja de edad, puede llegar al 45%.

  • El 71% revisa su móvil entre 2 y 5 veces por hora.

  • Adolescentes y jóvenes pasan 2-3 horas más al día frente a pantallas.

  • El 10% admite que lo consulta más de 10 veces por hora, lo que equivale a más de 160 veces al día.

  • Apenas un 5% puede estar 4-5 horas sin cogerlo. Y cuando lo hace, después dedica aún más tiempo que antes.

  • El “mono digital” y la sobrestimulación alteran el sueño, la atención y la regulación emocional.


¿Por qué ocurre esto?

Los expertos explican que:

  • Más tiempo libre + menos rutinas = más vulnerabilidad digital.

  • El cerebro en desarrollo se acostumbra a la falsa multitarea, pierde concentración y se engancha al estímulo inmediato: el scroll infinito.

  • La IA y los chatbots (cada vez más presentes en webs de viajes, ocio o compras) pueden convertirse en “amigos invisibles” 24/7, con riesgos emocionales y de dependencia.


Verano “desempantallado”: una oportunidad para todos

Como líderes, educadores y miembros de familias tenemos un reto… pero también una oportunidad.
No se trata de prohibir, sino de reaprender a vivir el verano fuera de las pantallas.

Algunas propuestas:

  • Estructurar mejor el tiempo libre.

  • Negociar horarios y zonas libres de móviles con adolescentes y jóvenes.

  • Promover actividades incompatibles con el smartphone: deporte, lectura, juegos, conversaciones reales.

  • Y por qué no… recuperar los amores de verano que no vienen en forma de notificación.

El verano puede convertirse en un laboratorio de hábitos saludables… o en un festival de sobrecarga digital.
La diferencia está en cómo lo diseñamos.

👉 Menos scroll y más sol.
👉 Más playa y helados, menos “me gusta”.
👉 Más recuerdos reales que no caben en una pantalla.


Notas

(1) Las bicicletas son para el verano es un clásico del cine español, dirigido por Jaime Chávarri y estrenado en 1984. Ambientada en el Madrid de la Guerra Civil, sigue la vida de la familia de Luisito, un adolescente interpretado por Gabino Diego, que sueña con tener una bicicleta para sus vacaciones.

Lo que parece un deseo sencillo se ve interrumpido por la guerra, que altera las rutinas, las relaciones y los planes de todos. La bicicleta se convierte en un símbolo de libertad y juventud, pero también de aquello que se posterga porque “no es el momento”. Más que una película bélica, es un retrato íntimo y humano sobre cómo un conflicto transforma lo cotidiano, con diálogos cargados de nostalgia, ironía y verdad.

(2) La palabra móvil se emplea sobre todo en España; celular, en América. Ambas son válidas: la primera alude a que los teléfonos se llevan encima, y la segunda hace referencia a la tecnología que distribuye la señal.

Carlos Solís Domínguez

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