En cierto modo, los habitantes del primer mundo somos nuevos ricos digitales: en poco tiempo hemos recibido un aporte enorme de tecnología y sin estar demasiado prevenidos sobre las dosis de uso convenientes para gestionar la nueva esfera digital. El resultado es que, sin darnos cuenta muchas veces, nos estamos dando un atracón de nuevas tecnologías. Carecemos de educación 2.0 y abusamos de forma compulsiva de la hiperinformación y la hipercomunicación. Sin ser enfermedades ni adicciones, padecemos una serie de síntomas que pueden afectar a nuestra vida privada y nuestro rendimiento profesional. Se resumen en lo que algunos analistas llaman «obesidad digital». Este artículo explica este término, los signos que la identifican y cómo controlarla.
Ver también: «La mitad de los jóvenes españoles, enganchados a la red» y «Yonquis del móvil«
2 comentarios en “Obesidad Digital”
"¿Cuántos ordenadores tenemos? 3
¿Cuántas tabletas? 1
¿Usamos móvil con tarifa de datos?si
¿A cuántos servicios de redes sociales estamos apuntados? 3
¿Con qué frecuencia diaria los consultamos? 10 por día
¿Qué hacemos cuando estamos en la calle, en el metro o en la parada del autobús? Musica en el Movil ¿Lo consultamos durante las comidas familiares? SI"
El artículo pone de manifiesto una serie de preguntas como las redactadas arriba que ponen en evidencia el grado de nuestra "obesidad digital"…
A mí me ha sorprendido, puesto que me he dado cuenta del nivel de dependencia que sostengo con el mundo digital cuándo me considero una persona bastante independiente de la tecnología.
Creo que esta autocrítica nos viene bien a todos.
Buena suerte en vuestra "rehabilitación", yo empiezo hoy.
María. Ex-alumna de Marketing. Universidad de Alcalá.
Hoy en dia no podemos vivir sin nuestro ordenador iphone o tableta por tanto creo que es cierto el concepto de obesidad digital.
Habría que recuperar hábitos perdidos como la lectura o en el caso de los niños jugar mas en las calles fomentar las relaciones humanas en definitiva y no estar pegado al movil o videoconsola que al final son un destructor de neuronas.
David Azulay Torres
Alumno de marketing de servicios UAH.