Os dejo unas ideas para construir, cuidar y fortalecer el amor de pareja, hoy y todos los días
Porque, el amor hay que cuidarlo y trabajarlo cada día…, si no se debilita y muere... Es el «tesoro» más grande que tenemos, y debemos custodiarlo.
Cuentan que, en una conversación de un jovencito con un anciano, le revela uno de sus más grandes secretos, que le ha permitido ser feliz en su vida. Se trata de :
-«Olvidar cada noche, y recordar cada mañana…»
Es decir, cada noche, antes de dormir, deshacerse de los pequeños conflictos, rencores, los malos entendidos, las palabras dichas sin pensar, o en malos momentos... No dejar que la amargura o pensamientos negativos crezcan en mi corazón. Sin embargo, traer al corazón todo lo bueno del día, momentos compartidos, ilusiones, y atesorarlo…
Y cada mañana, recordar por qué elegí y elijo querer a esa persona: mi esposa, mi esposo. Re-cuerdo, traigo al corazón, sus cualidades y encanto, su gusto, su delicadeza y elegancia, su sonrisa y fortaleza, sus virtualidades y talentos singulares, su mirada comprensiva y acogedora… Y podemos seguir cada uno…
El amor, como sucede en cualquier relación valiosa, tiene retos, dificultades, hay que adaptarse al otro, cederle el protagonismo, por amor, intentar hacerle feliz… a su modo.
Y siempre hay diferencias, y puede haber fallos, malentendidos, problemas, momentos difíciles o de sufrimiento… que a todos nos llegan.
Sin embargo, el amor, y perdón, la otra cara del amor, es la amalgama que mantiene unidos los corazones, cuando todo va bien y, cuando la vida es más dura.
Aprender a perdonar lo que nos duele, lo que damos vueltas y agrandamos, lo que imaginamos que trata de hacer… Poner amor en el dolor sana las heridas. Nos liberamos de rencores, y liberamos a la persona querida de lo menos honorable… De ese modo, como señalara la filósofa Jutta Burggraf, se puede permitir un nuevo comienzo. La vida trata de «comenzar y recomenzar»…
Perdonar es resaltar la dignidad de las personas, es dejar vencer al amor, no al orgullo ni al odio o la ira…, es cuidar la relación, es tener paz en el alma sin querer llevar la razón… El perdón resana y «devuelve» la dignidad a las personas…
Es decir, saber reforzar el vínculo y los sentimientos positivos de cariño afecto entre los dos…
Fuente: Fragmento del artículo UN SECRETO ACERCA DEL AMOR DE PAREJA, del blog de María José Calvo