El sábado 18, con la victoria fresca, los creativos publicitarios Miguel García Vizcaíno y Marta Rico pusieron a su hijo Max, de 10 años, ante la cámara y le pidieron que pensara en lo que les diría a sus amigos merengues el lunes en clase… De ahí salió aquella sonrisa torcida y ojos de tierno malvado de la campaña Por fin es lunes, con la que el club rojiblanco celebró esta semana su victoria copera. En un solo día, el vídeo logró 200.000 visionados, luego fue portada en las ediciones digitales de los periódicos y se convirtió en noticia de varios telediarios. Un pelotazo publicitario con dos planos contados, un coste de producción irrisorio y una cifra redonda de inversión en medios: cero.
de una forma de ser y gana simpatías”. Asegura que el club solo paga los costes de producción y que su empresa no gana dinero con estas campañas, que, por otra parte, también reportan popularidad a la firma. Sra.Rushmore, formada por 75 profesionales, gestiona inversión publicitaria de unos 168 millones de euros y ha lanzado campañas para Coca-Cola o Madrid 2016.
Los grandes clubes, explica, no hacen imagen de marca, sino acciones “muy específicas para partidos o campeonatos concretos” en las que suelen salir las estrellas arengando a la afición. También se dan casos antagónicos a lo que es una campaña modesta, como la reciente acción de Nike y el FC Barcelona, que gastaron casi 100.000 euros para poder plantarle la camiseta culé ni más ni menos que a la estatua de Colón, unos de los monumentos más emblemáticos de Barcelona. Toda una muestra de poderío. Aunque la polémica resultante, que ha llenado tertulias y páginas de periódicos, también ha servido para hacer publicidad no pagada a esta campaña.
El Atlético de Madrid fue el primer cliente que tuvo Sra. Rushmore, cuando nació en 2000, lo trajeron Vizcaíno y Rico bajo el brazo, procedentes de BBDO. Aquel año el equipo bajó a Segunda División y la agencia arrancó la etapa de publicidad emocional y bajo coste con la famosa gráfica Un añito en el infierno. Fueron dos. Entonces, cuando lanzaron otro famoso vídeo, uno en el que un chaval le preguntó a traición a su padre en el coche: “Papá, ¿por qué somos del Atleti?”.
El club batió un récord de abonos en aquel entonces. Cuando salió del infierno, lanzaron aquella campaña del Mono Burgos saliendo de una alcantarilla de la Gran Vía de Madrid.
Vizcaíno recalca que la idea de crear una estrategia publicitaria global es del director de marketing del club, Emilio Gutiérrez. “Los tres, algunas veces, viendo los vídeos, hemos llorado”, explica Rico. Con los partidos de fútbol, lamenta el creativo, también. Si tuviera que hacer anuncios para el Barça o el Madrid, ¿cómo serían? Vizcaíno se pone rotundo: “Este tipo de campañas se hacen con el corazón. No me imagino creando una campaña para otro equipo que no sea mi Atleti”.
Fuente: El País