Numerosas pymes, cada vez más, se atreven a salir al
exterior y probar cómo se venden sus productos fuera. Los cinco casos que
menciono a continuación tienen un denominador común: su producto era bueno y han
sabido adaptarse a las condiciones que rigen en otros países
: no sólo
varían los precios, sino también las normas de calidad, el empaquetado, la
logística y los gustos.
¿Por qué salir al exterior? Por dos razones: la demanda en el mercado
nacional ha descendido mucho
 en
la mayor parte de los sectores, y en segundo lugar, las empresas españolas que
exportan regularmente son tres veces más productivas
 que las que no lo hacen, y además
generan empleo fuera y dentro de España.
¿Cómo empezar? Existen diversas formas de aventurarse a salir, pero todas
ellas deben ir precedidas de un estudio exhaustivo del mercado en el que
queremos establecernos