¿Conocemos quien es realmente nuestro verdadero cliente? Y cuando digo conocemos me refiero a si nuestro enfoque como empresa actúa en concordancia a ello, con sólo ese objetivo en mente.
¿Cuántos tipos de clientes tenemos? El concepto cliente puede ser todo lo extenso que queramos, y a cualquiera que intervenga como receptor en un eslabón del proceso de nuestro negocio, lo podemos catalogar como tal. Ahora bien, no debemos olvidar nunca que sólo hay una razón de ser, conseguir la satisfacción del cliente final. Para mí es el único cliente y esto es aplicable aunque nuestro producto no sea el final.
Quien es el cliente de un fabricante de productos de alimentación, bebidas, celulosa, etc. ¿La distribución?, ¿La restauración?, desde luego que no. Estos serán canales de distribución, compañeros de viaje o socios en el proceso. A estos les podemos elegir nosotros, en cambio el cliente final nos elige él.
Este post viene a colación porque es bastante común observar como centramos esfuerzos en “clientes intermedios” perdiendo de vista al que realmente tiene que valorar nuestro producto. Es un problema de enfoque confundir canales de distribución, compañeros de viaje en el negocio, a los que por supuesto debes cuidar, motivar y también exigir, con clientes.
De nada sirve que te esmeres con tus socios en el proceso, que también, si el resultado final o la percepción que se transmite es negativa. Estos nunca van a sustituir a tus verdaderos clientes. Al final, es un problema de elección, tú eliges a tus partners con el objetivo de que los clientes te elijan a ti.
Fuente: GranConsumo.tv