Un legado de valores

 Quienes vienen detrás de nosotros y de nosotras, las generaciones inmediatamente siguientes y las futuras… ¿qué es lo que esperan de sus antecesores?, ¿qué legado van a valorar como el mejor? … ¿el dinero que podamos dejarles?, ¿un patrimonio del que puedan beneficiarse?, ¿unas habilidades o competencias de tipo práctico con las que poder desenvolverse?, ¿unos conocimientos específicos en algunas materias concretas con los que poder desarrollarse? … Todo esto, desde luego que tiene mucho valor y está bien. Estamos hablando de patrimonio y de talento acumulado durante toda la vida, y poder transmitir o donar tal tesoro a quienes nos siguen no tiene precio.

Pero, sin lugar a dudas, de entre todo lo que podemos dejar como legado a las generaciones que nos suceden quiero destacar el valor que le otorgo a los VALORES. Un legado de VALORES. Si nuestro aspecto físico exterior da nuestra primera imagen ante cualquier persona con la que estamos por primera vez, podríamos decir que nuestros Valores son como nuestra segunda piel. Se nos conoce no solamente por nuestra apariencia física sino más bien, y en mayor profundidad, por nuestra forma de ser, nuestro carácter …, nuestros Valores y nuestra coherencia con ellos.

Es de gran importancia la de la coherencia. Solemos decir de alguien: “Es que dice una cosa y luego hace la contraria”. Suele suceder a menudo. La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace da, en gran medida, el reflejo de nuestra catadura moral. Un nivel adecuado de coherencia entre lo que sabemos que somos, lo que decimos que somos, lo que hacemos y lo que exigimos a los demás, es lo que nos dará la serenidad interior y la ecuanimidad suficientes para afrontar de la mejor manera la vida y las encrucijadas que nos va deparando.

Imaginemos por un momento el poder transmitir a las futuras generaciones este legado de Valores y la importancia de vivir en coherencia con ellos. Imaginemos una familia que reúne a todos sus miembros para acordar y definir cuáles van a ser sus Valores como familia. Valores que se van a trabajar y a desarrollar con la introducción de pautas de comportamiento, hábitos de conducta acordados y respetados en la familia sin menoscabar la libertad de cada cual. Valores que van a ir pasando de generación en generación y que podrán ir revisando, ajustando o cambiando según los tiempos que vayan viviendo.

Una familia que identifique y desarrolle sus propios valores como grupo se está dando a sí misma una brújula interna que orienta los comportamientos de sus miembros, ayuda a hacerlos coherentes, ayuda a crear un código de conducta en las personas que la conforman. Y, si estamos hablando de Valores, ese código de conducta se basará en actitudes y comportamientos positivos. Los Valores beben de la fuente del Bien.

Si esta idea te parece acertada y apropiada para ponerla en práctica en tu organización o institución o asociación, en el Proyecto VALOR-ARTE / Artesanía de los Valores podemos ayudarte. Escríbenos o llámanos (+34 600 70 54 11 )

Josemi Cortijos

www.valor-arte.es

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