Mucho se ha escrito sobre cuales son los principales factores a la hora de emprender. En esta ocasión me gustaría centrarme en tres, que considero esenciales.
En primer lugar, creo que hay que emprender sobre algo que se conoce, que se sabe, sobre lo que se tiene experiencia. Emprender siempre es complicado, pero se avanza más deprisa si se tiene información, si hemos dedicado tiempo a una actividad o a una profesión. Desde mi punto de vista, puede aportar mucho si se ha trabajado por cuenta ajena, antes de empezar a hacerlo por cuenta propia. Por ejemplo, una persona que ha trabajado en una floristería durante varios años, tendrá más posibilidades de acertar si se pone por su cuenta y aprovecha lo aprendido.
En segundo lugar, la red de contactos. El número y la calidad de personas que conoces y a los que puedes dirigirte al emprender, ya sea como potenciales clientes o como proveedores o colaboradores. Para empezar, es muy importante poder contar con personas que confíen en ti, a los que hablar de tu negocio, que puedan comprobar que tu idea funciona y que les puedes ofrecer un producto o servicio de calidad, y además que pueden hablar bien de ti y darte a conocer entre sus amigos y conocidos. Si has diseñado, por ejemplo, una aplicación para el móvil, puedes pedirles que la prueben y la recomienden.
Finalmente, la ilusión, la motivación, las ganas de trabajar, de superar obstáculos y de echarle horas para que la idea tome forma de proyecto y el proyecto se haga realidad. La actitud, el comportamiento del emprendedor es el motor que te hará continuar, cuando otros duden o hayan “tirado la toalla”
Y tú, ¿qué opinas?