He leído el último post de Rafael Zavala Batlle, director de Relaciones Institucionales del PAD (Escuela de Dirección asociada con el IESE, de la Universidad de Piura), en su blog Ideas para vivir mejor. En él recoge un vídeo que se ha hecho viral en las últimas semanas, desde que su protagonista, Ignacio Llorente, antiguo Director de Programas del IESE, hablara de su próxima muerte, anunciada por un tumor que le tenía ya en estado terminal.
Es impresionante cómo este testimonio está dando la vuelta al mundo. El propio Ignacio Llorente organizó la conferencia que se presenta en el vídeo, en el Instituto de Estudios Bursátiles, en el que era director de Relaciones Institucionales, porque estaba, decía, “con una alegría y una sensación de plenitud inmensa”, y quería compartirlo. Como aquel que ha encontrado un tesoro y no se lo queda para él.
Hay poco que se pueda decir para presentar este vídeo. Ante la muerte, inexorable, cabe la negación, la rebeldía, la resignación… Nada de esto hay en las palabras de Ignacio Llorente: “Me levanto cada día a las 5.30 am dando saltos de alegría.” Ya lo dice el título del vídeo, “Reflexiones de un directivo a las puertas de la otra Vida“: un hombre en la etapa de madurez personal y profesional (54 años) se para ante la muerte que sabe cercana e inevitable, y reflexiona con una visión que supera todo miedo, todo vértigo.
Sin más preámbulo o comentario, os dejo con Ignacio Llorente, que Dios tenga ya en su gloria, puesto que falleció hace unos días.
Fuente: Blog de Nuria Chinchilla