¿Cómo orientar mi futuro profesional? Esta pregunta se la hacen muchas personas y en diferentes situaciones. Por ejemplo, al iniciar los estudios universitarios, al terminarlos, cuando se busca empleo, cuando se desea cambiar o mejorar nuestra actividad profesional, etc.
“Cuando un marinero no sabe su destino, todos los vientos le son contrarios” Esta frase de Séneca, refleja muy bien la importancia de tener proyectos, para que nuestra vida tenga un sentido, para que orienten nuestras decisiones y actuaciones, tantos personales como profesionales.
El punto de partida para crear el proyecto profesional es el autoconocimiento: saber nuestras fortalezas y debilidades, las oportunidades y amenazas, los principios y convicciones, capacidades y habilidades, personalidad, etc. También hay que tener en cuenta los conocimientos, la experiencia profesional y la formación que se ha recibido.
Entre las preguntas que hay que responder, destacaría: ¿Qué quiero hacer con mi vida?, tanto en su dimensión profesional como personal. Cuando respondemos a esa pregunta, será más fácil diseñar el camino que hemos de recorrer para llegar a nuestro destino, es decir, para cumplir nuestros objetivos profesionales y personales.
Para crear nuestro proyecto profesional hemos de hacernos más preguntas. En el camino de la vida con frecuencia nos agobiamos, nos encontramos con problemas, sufrimientos, dificultades, etc. Por eso, también hay que saber contestar a ¿Cómo superar el agobio?, o ¿Cómo superar las dificultades?
Mi experiencia personal es que para crear y desarrollar el proyecto profesional, necesitamos la ayuda de otras personas para conocernos y para responder a esas preguntas. Por eso, cada vez es más necesario tener un mentor. ¿Qué es un mentor? Es una persona con más conocimientos y experiencia, que nos ayuda a desarrollar nuestro proyecto profesional y personal.
Una vez que nos conocemos suficientemente y hemos determinado lo que deseamos lograr en esta vida, ya podemos contestar a ¿Cuál puede ser mi proyecto profesional?
No podemos olvidar que hemos de ser buenos profesionales y que el proyecto profesional va dirigido a encontrar un empleo. ¿Pero qué desean las empresas? Principalmente buenas personas y con los valores más apreciados en un buen profesional.
Como se puede comprobar, crear el proyecto profesional no es sencillo. Suelo decir que es un arte. El proyecto profesional debe concretarse en un documento en el que identificaremos cuáles son nuestros objetivos profesionales. Además, se ha de incluir los medios y plazos para lograrlos Este documento se actualiza con nuestras experiencias, la adquisición de nuevos conocimientos, etc. Por eso, interesa tenerlo escrito para analizar su evolución, concretar los logros obtenidos, comprobar errores cometidos, rectificar lo que interese, etc.
Aunque se podrían señalar otros temas, quiero terminar con una advertencia. Para tener una vida lograda, es muy importante conseguir armonía entre las dimensiones de la persona (personal, profesional, familiar, espiritual y social). Es lo que ocurre en una orquesta en la que hay diferentes instrumentos, pero no suena la música hasta que cada instrumento cumple su función en la partitura y se sigue las indicaciones del director. Cuando falta un orden de prioridades que no respeta esa armonía, surgen las dificultades, conflictos familiares, problemas de salud, etc.