Algo se nos está olvidando en la gestión del marketing. Y ese algo es lo fundamental. Nos centramos en buscar la mejor publicidad, hacer unas promociones increíbles, ya somos conscientes que es imprescindible estar presentes en las redes sociales y hacer marketing de contenidos, pero ¿qué pasa con lo fundamental? Antes de todo eso ¿has realizado una buena segmentación?
Cualquier acción de marketing, incluso me atrevo a decir que cualquier creación de empresa, producto o marca, ha de basarse en una adecuada segmentación del mercado. Pero mucha gente confunde la segmentación del mercado con la definición del público objetivo. Y no están muy equivocados, pero no es del todo correcto.
Segmentar un mercado es dividirlo, fraccionarlo en grupos diferentes entre si, pero compuestos cada uno de ellos por individuos con características similares. Vamos, aunque parezca algo complejo, es de lo más simple: atendiendo a características más o menos homogéneas agrupamos individuos que cumplan con esas características y ya tenemos un segmento del mercado. Cuando identificamos que un segmento de la población tiene necesidades pendientes de satisfacer o podemos ofrecer un producto que satisfaga las necesidades mejor que los actuales, pues tendremos un segmento objetivo. Este segmento objetivo está formado por un grupo de consumidores potenciales y/o reales que se denomina público objetivo, es decir, aquel al que dirigiremos todas nuestros esfuerzos y acciones de marketing.
Pues después de todo este rollo, ahora piensa cuál es la clave del éxito. Muchas empresas piensan en un producto y después intentan pensar cuál es el público al que deberían dirigir ese producto. ¡Error! Eso supone no pensar en el mercado, sino que intentas adaptar el mercado a tu producto… como si eso fuese fácil.
Otras empresas (desgraciadamente las menos) hacen todo lo contrario: primero segmentan el mercado, buscan cuáles son los grupos de población en los que encontrar necesidades no satisfechas, y después desarrollar un producto o servicio que pueda satisfacer esas necesidades. ¡Acierto!
Efectivamente esa es la clave para que tu producto tenga éxito, primero segmenta, y después crea el producto para tu segmento objetivo. Segmenta, segmenta, que algo queda.
Fuente: EnvenMk.com
1 comentario en “Segmenta, que algo queda”
Puesto que los mercados no son homogéneos, es decir, existen persona y entidades con características, necesidades y deseos distintos; la segmentación del mercado permite comprender mejor estas necesidades y dar las respuestas que mejor se adapten a estas necesidades.
La segmentación se realizará atendiendo a las características de los clientes: según variables geográficas, socioeconómicas…
De esta forma se podrá llevar a cabo una estrategia comercial diferenciada para cada uno de ellos.
Patricia Ortiz Calvo. Alumna de Marketing Internacional.