“Un paseo cultural hacia la Navidad”

Esta tarde me he vuelto a reunir con un grupo de veinte mujeres turolenses en el encuentro mensual de “Conversaciones con Luz Propia” en el Hotel Isabel de Segura, para desarrollar y debatir el tema “Un Paseo Cultural hacia la Navidad”. En el desarrollo he tratado de recorrer el paseo por medio de varios pasos. El primer paso, para completar los aspectos de la Cultura Woke ya comentados en otra sesión, he tratado de describir las características y los rasgos principales de toda ideología, he apuntado y fundamentado como causa de la cultura actual, y segundo paso, la crisis espiritual europea, fruto del “eclipse de Dios” y del consiguiente “colapso de la razón”, lo que conduce al “apagón de la conciencia moral”, ante él que el hombre tiene dificultades para reconocer el bien y hacerlo.

En el tercer paso, he expuesto la necesidad de “vivir la vida con sentido” para ser felices. He recordado que Aristóteles decía: “La felicidad consiste en hacer el bien” y que Viktor Frankl explica en su libro “El Hombre en busca del sentido”que la felicidad depende de nuestra actitud, no de nuestras circunstancias personales. Además, hemos recordado que V. Frankl, fruto de sus vivencias en el campo de concentración de Auschwitz, explica que se nos puede quitar todo en esta vida, excepto la libertad de actuar. Otros expertos contemporáneos como Zena Hitz o John Weiler nos animan a no buscar el verdadero sentido de la vida al margen de la trascendencia del hombre.

En este paso, hemos comentado que la “mujer” es un agente de cambio social y es un elemento clave en la regeneración de la familia y en la sociedad por sus cualidades específicas, a saber, su amor por lo concreto, su agudeza de ingenio, su capacidad de intuición profunda y sencilla, su tenacidad, su ternura, su capacidad de cuidar, etc.

Llegamos expectantes al último paso, en él que hemos comentado la urgencia de recuperar el profundo sentido cristiano de la Navidad, que se reduce al asombro del hombre ante la grandeza de un Dios que se hace hombre, sin dejar de ser Dios, para salvarnos. También, hemos señalado la necesidad de recuperar la tradición de poner un belén en nuestras casas, de cantar villancicos y, de compartir nuestro tiempo y dinero con los más necesitados. En este último caso, se mencionó la posibilidad de colaborar con los proyectos de educación, salud, promoción de la mujer y de desarrollo profesional que lleva a cabo Harambee en el África Subsahariana.